El 11 de febrero de 2025, el nombre de Marianne Gonzaga se convirtió en tendencia nacional tras ser detenida por apuñalar en 14 ocasiones a la influencer Valentina Gilabert. La historia de celos, traición y violencia sacudió a las redes sociales, generando miles de reacciones y teorías. Hoy, tras poco más de cinco meses, la creadora de contenido reaparece en TikTok, pero no con una disculpa ni una aclaración: lo hace con indirectas que han encendido nuevamente el debate.
¿Qué pasó con Marianne Gonzaga y por qué fue detenida?
Marianne Gonzaga, conocida por su contenido de maternidad y estilo de vida en TikTok, fue detenida por apuñalar a Valentina Gilabert, modelo e influencer y actual pareja del padre de su hija, José Said Becerril. El crimen ocurrió en la Ciudad de México, a donde Gonzaga viajó desde Cancún, presuntamente movida por los celos y tensiones personales acumuladas.
El caso escaló rápidamente en redes y medios, convirtiéndose en un ejemplo alarmante de violencia entre mujeres influenciadas por relaciones pasadas y redes sociales.
La libertad condicional: ¿justicia a medias?
El pasado 23 de julio, se hizo público que Gonzaga salió de prisión bajo un esquema de libertad asistida, con condiciones estrictas que deberá cumplir durante los próximos dos años y ocho meses, el resto de su condena.
Pese a la gravedad del caso, la liberación de Marianne provocó reacciones divididas: algunos consideran que la ley fue benévola con ella, mientras que otros apuntan que su libertad forma parte de un proceso legal condicionado y supervisado.
Un regreso que nadie esperaba: indirectas en TikTok
En la madrugada del 29 de julio, sin previo aviso y sin un mensaje formal, Marianne Gonzaga regresó a TikTok. Su retorno no fue con contenido nuevo ni explicaciones, sino con la publicación de dos videos con frases indirectas que muchos usuarios interpretaron como comentarios sobre su caso y las personas involucradas.
En uno de los clips se lee:
«El que no sabe el cuento siempre lo quiere contar. Facto tras facto», con la canción Voy a llevarte pa PR de Bad Bunny.
En otro video, citó a Anuel AA:
«No tengan amigos, los amigos traicionan… tú me ves con los mismos de siempre, son mis hermanos».
Ambas publicaciones fueron interpretadas por internautas como mensajes dirigidos a sus antiguos vínculos y a quienes, según ella, le dieron la espalda tras el incidente.
Las redes reaccionan: ¿indirectas, burla o estrategia?
Los comentarios no se hicieron esperar. Frases como «Necesitamos story time, Marianne», «esto me pone a dudar de lo que realmente pasó», y «¿es en serio que volvió así?» comenzaron a inundar la sección de comentarios.
Para algunos, el retorno de Gonzaga es una provocación y una forma de revictimizar a Valentina Gilabert, quien recientemente rompió el silencio con declaraciones contundentes:
“Yo no le otorgué el perdón a nadie. La perdoné mentalmente, pero no legalmente. Ella sigue condenada y si no cumple las condiciones, regresa a prisión.”
Estas palabras fueron emitidas por Valentina en sus propias redes, a raíz de las especulaciones que comenzaron tras la salida de su agresora. Su intención fue clara: dejar constancia de que la justicia aún está en proceso y que no hubo reconciliación ni impunidad.
¿Se abre un nuevo capítulo?
Aunque no ha hablado directamente sobre el caso ni ha dado entrevistas, la reaparición de Marianne Gonzaga con mensajes tan cargados de simbolismo ha abierto un nuevo capítulo de atención mediática. La línea entre la libertad de expresión y la insensibilidad con las víctimas vuelve a ser debatida.
En un entorno donde las redes sociales amplifican cada gesto, cada palabra y cada publicación, el regreso de Gonzaga puede tener consecuencias legales, sociales y personales. Especialmente si las víctimas se sienten revictimizadas o si se interpreta que está violando las condiciones de su condena.


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