Convertirse en Frankenstein no figuraba en ninguna lista de metas para Jacob Elordi. En su conversación con el podcast Happy Sad Confused, el actor australiano confesó que este papel fue “parte de los deseos imposibles”, una oportunidad que llegó sin previo aviso y que, bajo la dirección de Guillermo del Toro, redefinió su manera de entender la actuación.
Elordi, conocido mundialmente por Euphoria y The Kissing Booth, describió el proyecto como un antes y un después en su carrera:
“Sentí que estaba viviendo mi propio Dark Knight”, dijo, recordando la cinta de Batman que marcó su adolescencia.
El poder creativo de Guillermo del Toro
Durante la charla, el actor destacó la atmósfera única que Guillermo del Toro genera en sus rodajes: un espacio donde los artistas pueden arriesgarse sin miedo al juicio. “Guillermo crea un ambiente donde los artistas pueden exponerse y sentirse seguros”, expresó Elordi, agradecido por haber trabajado junto a un director que convierte cada set en una extensión de su universo imaginativo.
Esta colaboración no solo fue profesional, sino también emocional. Elordi explicó que la sensibilidad del cineasta mexicano y su obsesión por los detalles hicieron del rodaje una experiencia transformadora.
“Guillermo ve belleza en lo monstruoso, y eso me enseñó a aceptar la vulnerabilidad como parte del arte”, confesó.
Un actor guiado por la emoción y la autenticidad
Elordi recordó sus influencias más profundas: Heath Ledger y Philip Seymour Hoffman, dos intérpretes capaces de comunicar emociones sin palabras.
“Esa mirada que lo decía todo… eso es algo que siempre me persigue”, compartió con nostalgia.
Su humor y naturalidad también afloraron en la entrevista. Entre risas, contó la anécdota de un director que le dijo:
“¿Qué haces con la boca? Deja de hacer eso, se ve estúpido”.
Para Elordi, ese tipo de observaciones lo ayudaron a aprender sin tomarse demasiado en serio.
El lado más humano: perros, videojuegos y autenticidad
Más allá del glamour de Hollywood, Jacob Elordi se mostró como alguien sencillo. Confesó su amor por su perra Leila, una staffie pitbull que suele disfrazar en Halloween, y su gusto por los videojuegos, especialmente Kingdom Hearts.
“De niño soñaba con una vida tranquila en Nueva York, con un perro y caricaturas. Creo que, de alguna manera, lo logré”, comentó con una sonrisa.
La fama, el arte y el futuro en el cine
Sobre el impacto de su papel como Nate en Euphoria, el actor señaló que lo más valioso ha sido provocar emociones reales:
“Si la gente te dice que le das miedo, es que hiciste bien tu trabajo”.
A sus 28 años, Elordi sostiene que elige proyectos por pasión y no por estrategia:
“No sigo las reglas de Hollywood; elijo historias que me mueven”.
Entre sus próximos retos figura Cumbres Borrascosas, dirigida por Emerald Fennell, una adaptación que promete ser “dolorosa y visualmente impactante”.


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