En algún despacho de Burbank, California, alguien está repasando las cifras del fin de semana con el ceño fruncido. Con presupuestos que rozan o superan los 300 millones de dólares, se esperaba que Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos y la nueva versión de Superman recuperaran su inversión gracias al público internacional. Pero algo falló: China ya no responde como antes.
La nueva entrega de Marvel debutó con apenas 4,3 millones de dólares en el gigante asiático. Superman no lo hizo mejor: 6,7 millones en su primer fin de semana. Para ponerlo en contexto, hasta películas consideradas fracasos moderados como Venom: The Last Dance recaudaron más de 30 millones en años anteriores. Hoy, Marvel y DC tocan fondo en Asia.
Lo que pasó con Los 4 Fantásticos: una desconexión cultural
En una conferencia en Shanghái, el joven influencer cinéfilo Wei Jun comentó: “Ya no conectamos con esas historias. Son repetitivas y muy americanas”. Su comentario refleja una tendencia clara: el público chino se ha volcado hacia producciones locales, como Ne Zha 2, que ha roto récords con más de 2.000 millones de dólares de recaudación.
Disney apostó por la nostalgia y los orígenes de Los 4 Fantásticos. Pero en un país donde las nuevas generaciones buscan contenido culturalmente más cercano, eso ya no basta.
Superman tampoco vuela en Oriente
DC Studios tampoco logró remontar. A pesar de una ambiciosa gira promocional de James Gunn en Pekín, el interés fue mínimo. La película apenas logró un 5º puesto en el ranking del fin de semana. ¿Fue la narrativa demasiado occidental? ¿El personaje ya no tiene relevancia global?
En años anteriores, Superman era un símbolo de valores universales. Pero en un mundo con tensiones políticas y comerciales, incluso los superhéroes pueden convertirse en víctimas del contexto geopolítico.
¿Y si el problema no es solo Marvel o DC?
Hollywood en general está perdiendo fuerza en China. Jurassic World: Rebirth, una saga tradicionalmente fuerte, solo logró 25,7 millones. Frente a las nuevas súper producciones locales, el cine estadounidense parece obsoleto.
Además, las restricciones gubernamentales y los aranceles cruzados han tensado las relaciones. El cine es también un campo de batalla en la guerra comercial entre EE. UU. y China, y eso se siente en las salas.
¿El fin de una era para el cine de superhéroes?
Lo que comenzó con Iron Man en 2008 y explotó con Avengers: Endgame, está llegando a una meseta crítica. El cansancio del público, la repetición de fórmulas y el cambio en los gustos globales hacen que el modelo actual de superproducciones sea insostenible.¿Puede Hollywood reinventarse para recuperar el interés de mercados como China? ¿O será el inicio de una nueva era donde el poder cultural se redistribuya?


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