En los últimos días, una serie histórica tailandesa en Netflix, La emperatriz de Ayodhaya, ha causado gran indignación en redes sociales y entre activistas de los derechos de los animales. Esto surgió luego de que se supiera que, para filmar una escena en la que un gato muere envenenado, el animal fue anestesiado. La controversia generó tantas críticas que incluso el director de la serie, Sant Srikaewlaw, tuvo que ofrecer disculpas y se comprometió a cooperar con una investigación.
La escena polémica que desató una ola de protestas
La serie, que relata la vida de una reina del reino de Ayutthaya en el siglo XVI, llegó a un punto álgido en el episodio cinco. En una escena, el personaje principal envenena a un gato, llamado Samli, dándole a probar un brebaje mortal. Aunque la producción aseguró que el gato estaba bajo supervisión profesional y fue anestesiado de manera segura, esto no impidió la furia de muchos espectadores, quienes consideraron el acto innecesario y cruel. De inmediato, activistas y defensores de los derechos de los animales iniciaron una campaña en redes sociales para boicotear la serie, bajo el hashtag #BoicotNetflix.
“Es un error que me ha enseñado una lección muy importante”, comentó Srikaewlaw, el director de la serie, en sus redes sociales.
Reacciones de organizaciones de derechos de los animales
PETA, una de las organizaciones de derechos de los animales más importantes a nivel mundial, se pronunció con firmeza. Jason Baker, vicepresidente de la ONG, calificó la anestesia del gato como “imprudente, peligroso y cruel”, y pidió que se prohíba a Srikaewlaw trabajar con animales en futuras producciones. Baker también recordó que en la industria moderna se cuenta con tecnología avanzada, como CGI, IA y animatronics, para simular escenas sin poner en riesgo a los animales. “No hay lugar para la crueldad en el entretenimiento”, concluyó en su comunicado, invitando a los espectadores a exigir más responsabilidad a la industria.
¿Es posible un rodaje sin maltrato animal?
En la actualidad, el cine y la televisión cuentan con recursos que facilitan la creación de escenas sin necesidad de involucrar a animales reales. CGI (imágenes generadas por computadora), animatronics y otras técnicas avanzadas permiten que escenas difíciles o peligrosas se filmen de manera ética y segura. En este sentido, el malestar de los espectadores se basa en que, en lugar de elegir alternativas tecnológicas, los creadores de La emperatriz de Ayodhaya optaron por anestesiar al animal. Esto, además de provocar una investigación oficial, ha abierto un debate sobre las prácticas de producción en la industria del entretenimiento.
La industria tailandesa y el maltrato animal: un tema recurrente
No es la primera vez que la industria cinematográfica de Tailandia enfrenta críticas por el trato hacia los animales en sus producciones. Algunos casos previos han evidenciado una falta de regulación y protección para los animales involucrados en proyectos de televisión y cine. Aunque las autoridades tailandesas han comenzado a investigar el incidente, muchos temen que esta sea una práctica común que permanezca sin control. La indignación pública puede ser un catalizador para que Tailandia adopte normativas más estrictas que regulen el uso de animales en producciones audiovisuales, similar a las regulaciones que existen en Hollywood.
La investigación oficial: ¿Qué sigue para «La emperatriz de Ayodhaya»?
El Departamento de Animales de Tailandia emitió un comunicado este lunes, informando que está recabando detalles sobre el proceso de filmación de la escena polémica y solicitando a One31, el canal productor, que proporcione información sobre los expertos que supervisaron el uso de anestesia en el gato. Además, el Consejo de Veterinarios de Tailandia se mostró preocupado, alertando que la anestesia en animales solo debe realizarse por razones médicas y con supervisión veterinaria, ya que conlleva riesgos considerables.
¿Qué opinan los espectadores? Reacciones en redes sociales
Las redes sociales han sido el canal donde la controversia ha tomado fuerza. Usuarios en Twitter y Facebook no solo manifestaron su descontento, sino que también instaron a Netflix y a la producción a que se comprometan con el bienestar animal en sus futuros proyectos. “Si Netflix permite esto, entonces no quiero apoyar una plataforma que no tiene estándares de protección animal”, escribió un usuario. Mientras tanto, otros pidieron que se elimine la serie de la plataforma en señal de protesta.
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