A medida que envejecemos, nuestra salud cerebral se convierte en un factor crucial para mantener una buena calidad de vida. El cerebro es el órgano que regula nuestros pensamientos, emociones y comportamientos, y a medida que el tiempo pasa, es vital tomar medidas activas para asegurarnos de que se mantenga en su mejor estado posible.
El Instituto Mexicano del Seguro Social y la Universidad Favaloro afirman que, a través de la plasticidad neuronal, es posible estimular y cuidar el cerebro en cualquier etapa de la vida. Por esta razón, adoptar ciertos hábitos saludables desde temprano puede contribuir a un envejecimiento cerebral más saludable, ayudando a prevenir problemas cognitivos y enfermedades como el Alzheimer y la demencia.
Aquí exploramos algunos de los hábitos más efectivos para mantener una mente joven y saludable a los 70 años.
¿Por qué es importante cuidar de la salud cerebral?
La salud cerebral no solo se refiere a la memoria o la capacidad de pensar. También incluye cómo procesamos emociones, cómo tomamos decisiones y cómo gestionamos el estrés. A medida que envejecemos, el cerebro sufre cambios naturales, pero muchos de estos efectos pueden minimizarse con hábitos saludables que mejoran la salud vascular y previenen el deterioro cognitivo.
Estudios realizados por el Instituto Karolinska de Suecia han encontrado que la salud vascular juega un papel fundamental para mantener el cerebro joven y funcional. Se ha demostrado que la inactividad física, accidentes cerebrovasculares y la diabetes pueden acelerar el envejecimiento cerebral, lo que subraya la importancia de cuidar la salud del sistema circulatorio.
Hábitos para mantener tu cerebro joven a los 70 años
Aquí te dejamos una lista de los hábitos más efectivos para preservar la salud de tu cerebro, prevenir enfermedades y mantenerte en la mejor forma posible a medida que envejeces.
Seguir una alimentación saludable
Una dieta equilibrada es clave para la salud cerebral. La dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, pescado y ácidos grasos Omega 3, es ideal para mejorar la función cognitiva. Los antioxidantes, presentes en alimentos como las frutas rojas, nueces y semillas, también ayudan a proteger el cerebro del daño celular.
Consejo práctico: Incluir pescado graso como el salmón o la sardina en tu dieta semanal puede tener un impacto positivo en la memoria y el estado de ánimo.
Mantener una buena hidratación
El agua es esencial para el buen funcionamiento del cerebro. Los expertos recomiendan consumir entre 2 y 2,5 litros de agua al día. La deshidratación puede afectar la concentración, el estado de ánimo y la memoria, así que es importante mantenerse hidratado constantemente.
Consejo práctico: Ten siempre una botella de agua cerca para recordarte beber a lo largo del día.
Realizar ejercicio físico de forma regular
El ejercicio mejora la circulación sanguínea y la función cognitiva. Actividades como caminar, nadar o correr ayudan a mantener el cerebro activo y saludable. Además, el ejercicio regular reduce el riesgo de deterioro cognitivo y mejora la memoria.
Consejo práctico: Intenta hacer 30 minutos de ejercicio moderado al día para mantener tu cerebro en óptimas condiciones.
Estimulación cognitiva constante
Aprender cosas nuevas y mantenerse socialmente activo son formas excelentes de mantener el cerebro ágil. La estimulación cognitiva no solo se refiere a leer o estudiar, sino también a mantener interacciones sociales y participar en actividades que desafíen la mente.
Consejo práctico: Intenta aprender un nuevo idioma, tomar clases de música o resolver acertijos para mantener tu cerebro en forma.
Tener una buena higiene del sueño
El descanso adecuado es esencial para la salud del cerebro. Durante el sueño, el cerebro procesa información, realiza reparaciones y elimina toxinas. Dormir menos de 7-8 horas por noche puede afectar tu memoria y tus habilidades cognitivas.
Consejo práctico: Establece una rutina nocturna relajante, como leer un libro o meditar, para mejorar la calidad de tu sueño.
Realizar controles de audición regulares
La pérdida de audición está vinculada a un mayor riesgo de desarrollar demencia y problemas cognitivos. Realizar controles de audición regulares puede ayudar a detectar cualquier problema temprano y prevenir complicaciones a largo plazo.
Consejo práctico: Si notas que tienes dificultad para escuchar o comprender conversaciones, consulta a un especialista en audición.
Evitar el cigarrillo
El consumo de tabaco es uno de los principales factores de riesgo para accidentes cerebrovasculares y enfermedades neurodegenerativas. Dejar de fumar mejora la circulación y la salud cerebral a largo plazo.
Consejo práctico: Si eres fumador, busca ayuda profesional para dejar el hábito y mejorar tu salud en general.
Manejar el estrés
El estrés crónico afecta negativamente la memoria y las capacidades cognitivas. Practicar técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda puede reducir los niveles de estrés y proteger el cerebro de sus efectos negativos.
Consejo práctico: Dedica al menos 10 minutos al día a practicar la meditación o cualquier actividad relajante.
Moderar el uso de la tecnología
El uso excesivo de dispositivos electrónicos puede afectar la concentración y la memoria. Limitar el tiempo frente a las pantallas y dedicar tiempo a actividades físicas o creativas ayuda a mantener el cerebro activo.
Consejo práctico: Establece límites de tiempo para el uso de dispositivos y dedica más tiempo a actividades sociales o al aire libre.
Fomentar la interacción social
Las relaciones sociales son fundamentales para mantener el cerebro activo y saludable. La interacción con amigos, familiares y compañeros de trabajo ayuda a reducir el riesgo de depresión y mejora la salud mental.
Consejo práctico: Organiza reuniones regulares con amigos y familiares para mantener una red de apoyo emocional.
Controlar los factores de riesgo cardiovascular
El control del peso corporal, la presión arterial y los niveles de colesterol son esenciales para la salud cerebral. Mantener estos factores dentro de los rangos saludables reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares que afectan directamente al cerebro.
Consejo práctico: Realiza chequeos médicos regulares y sigue las recomendaciones de tu médico para controlar estos factores.
Cuida tu cerebro a lo largo de la vida
Mantener una mente joven y saludable a los 70 años no es solo una cuestión de suerte, sino de hábitos conscientes y consistentes. La clave está en cuidar la salud vascular, la estimulación cognitiva y el bienestar físico y emocional a lo largo de toda la vida. Adoptando hábitos saludables como una dieta adecuada, ejercicio regular, descanso y una vida social activa, es posible disfrutar de una mente clara y fuerte en la tercera edad.
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