En 2009, Twitter parecía el nuevo faro de la revolución digital. Con su capacidad de conectar personas en tiempo real, muchos lo aclamaron como un motor de cambio social, especialmente durante eventos como la Primavera Árabe, cuando la plataforma ayudó a articular movimientos sociales y democratizar la información.
Sin embargo, ese brillo inicial se desvaneció rápidamente. Lo que comenzó como un espacio para conectar, pronto mutó en un entorno dominado por teorías conspirativas, linchamientos digitales y discursos de odio.
De herramienta de comunicación a campo de batalla digital
El declive de Twitter no fue casualidad. Su diseño, algoritmo y la falta de moderación efectiva lo convirtieron en un caldo de cultivo para:
- Bots y desinformación: Según estudios, hasta 48 millones de cuentas en Twitter podrían ser bots.
- Linchamientos organizados: Investigaciones como las del SignaLab del ITESO han evidenciado el uso de Twitter como herramienta para ataques orquestados.
- Extremismo digital: Movimientos de extrema derecha y discursos antivacunas encontraron un refugio perfecto en la plataforma.
El impacto de Elon Musk: ¿Un villano o el acelerador de un problema preexistente?
Con la llegada de Elon Musk, Twitter no se transformó en un espacio tóxico; simplemente acentuó los problemas que ya existían. Cambios en las políticas de moderación y la proliferación de cuentas extremistas han agravado la percepción de que la red social es más un campo de batalla que un espacio de diálogo.
Problemas actuales bajo Musk:
- Menos moderación, más teorías conspirativas.
- Reaparición de cuentas extremistas previamente suspendidas.
- Pérdida de confianza de instituciones clave.
El éxodo del círculo rojo: The Guardian y otros que se van
Una de las señales más claras del declive de Twitter es el abandono de figuras clave. El diario The Guardian, influyente en el ámbito global, anunció recientemente que dejará de publicar contenido en la plataforma debido al aumento de discursos racistas y conspirativos.
Este abandono por parte de medios, periodistas y opinadores marca un punto de inflexión: ¿puede Twitter sobrevivir si pierde su principal audiencia activa?
¿Por qué Twitter sigue siendo relevante?
A pesar de su toxicidad, Twitter persiste, en gran parte, gracias a su impacto en lo que conocemos como el círculo rojo:
- Periodistas y medios de comunicación que lo usan como herramienta informativa.
- Políticos y líderes de opinión, cuya interacción con el público se ha visto moldeada por lo que ocurre en esta red.
Pero este ecosistema comienza a fracturarse. Si más actores clave siguen el ejemplo de The Guardian, Twitter podría perder su relevancia como plaza pública digital.
Reflexión final: Un futuro incierto para Twitter
La historia de Twitter es un recordatorio de cómo las tecnologías no son inherentemente buenas ni malas, sino un reflejo de quienes las utilizan. La plataforma, que alguna vez representó una promesa de cambio social, ahora enfrenta su propia crisis de identidad.
¿Será capaz de reinventarse, o el mundo asistirá a su final como lo predijo T.S. Eliot: no con una explosión, sino con un gemido?
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