El Mundial de Futbol 2026 representará no solo un desafío logístico y de seguridad para México, sino también un reto tecnológico sin precedentes para las empresas de telefonía móvil. Con la entrada en vigor del nuevo registro obligatorio de líneas móviles, operadores como Telcel, AT&T, Telefónica y los Operadores Móviles Virtuales (OMV) deberán asociar a sus plataformas más de 160 millones de números, incluyendo los de turistas que arribarán al país durante el evento deportivo.
Una ley que cambia las reglas del juego
De acuerdo con la nueva Ley de Telecomunicaciones, todas las SIM físicas y eSIM virtuales, tanto nacionales como extranjeras, deberán registrarse ante las compañías móviles que operen en México. En caso contrario, los usuarios solo podrán realizar llamadas de emergencia o acceder al portal de su operador.
El requisito también aplica a los visitantes internacionales que utilicen servicios de roaming: al conectarse a la red mexicana, recibirán un mensaje con la indicación de acudir a registrarse ante alguno de los operadores disponibles, como AT&T o Telcel.
Según la Comisión Reguladora de Telecomunicaciones (CRT), el proyecto de lineamientos para este Registro de Líneas Móviles se encuentra en consulta pública hasta el 27 de noviembre, y se espera que entre en vigor en enero del próximo año.
Un calendario que coincide con el Mundial
Una vez aprobadas las reglas, los principales operadores —Telcel, AT&T, Telefónica y Altán Redes— contarán con 30 días para crear e implementar plataformas tecnológicas capaces de asociar los datos personales de los usuarios con sus números telefónicos.
Posteriormente, tendrán 120 días adicionales para registrar toda su cartera de clientes, justo cuando coincidirá con la llegada masiva de visitantes por el Mundial de Futbol 2026.
La Federación Mexicana de Futbol (Femexfut) estima que el evento atraerá casi seis millones de turistas adicionales, lo que elevará la cifra total de líneas a registrar a 164 millones.
Riesgo de colapso en tiempos y sistemas
Especialistas en telecomunicaciones advierten que el plazo de 120 días será insuficiente para completar el proceso. Isabel Reza, directora general de Regulatory Experts: Telecommunications and Broadcasting, explicó que registrar una línea implica verificar la identidad de cada usuario, un proceso más complejo de lo que parece.
“El registro no se limita a asociar un número telefónico con un nombre, sino que requiere validar la identidad del usuario y, en el caso de los extranjeros, verificar los datos de su pasaporte. Este proceso requiere tiempo y recursos humanos especializados”, señaló.
Reza también alertó que los operadores deberán coordinarse con otras dependencias gubernamentales para acceder a padrones de identidad y evitar fraudes o registros falsos, lo que podría generar cuellos de botella en la operación.
Carga regulatoria y posibles afectaciones
De acuerdo con la nueva política, si los operadores no logran registrar todas las líneas dentro del plazo, las conexiones serán suspendidas, afectando tanto a usuarios nacionales como internacionales.
“Aunque los lineamientos se aprobarán en marzo, el periodo de registro coincidirá con la llegada de millones de extranjeros por el Mundial. Esto generará una presión enorme sobre las plataformas tecnológicas y una carga regulatoria abrumadora para las empresas”, advirtió Reza.
Las cifras muestran la magnitud del desafío:
- Telcel deberá registrar 84.3 millones de líneas.
- AT&T, 24.1 millones.
- Bait y otros OMV, 23.5 millones adicionales, más los nuevos usuarios que se sumen durante el torneo.
Un reto que pondrá a prueba al sector
La coincidencia entre el calendario del registro nacional y el Mundial 2026 convierte esta obligación en una prueba crítica para la infraestructura tecnológica del país. Las compañías deberán invertir en sistemas de validación de identidad, capacitación de personal y coordinación con autoridades migratorias para atender a millones de turistas.
Si logran superar el reto, el país podría fortalecer su seguridad digital y control de identidad móvil. Sin embargo, si los plazos no se ajustan o la infraestructura falla, el Mundial podría marcar una de las crisis operativas más grandes en la historia reciente de las telecomunicaciones en México.


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