Eric Schmidt, excofundador de Google, ha generado debate nuevamente al defender el modelo laboral chino conocido como 996, que consiste en trabajar de 9:00 a 21:00, seis días a la semana. Schmidt asegura que el teletrabajo ha debilitado la competitividad de las grandes tecnológicas estadounidenses, especialmente frente a empresas chinas que aplican jornadas intensivas y presencia continua en oficina.
En su visión, la cultura de oficina es crucial para el aprendizaje informal de los jóvenes profesionales, quienes, según él, pierden la oportunidad de escuchar debates, observar a sus superiores y resolver problemas en tiempo real.
Teletrabajo vs. cultura presencial en empresas de tecnología
Para Schmidt, el teletrabajo limita la transmisión de conocimiento crítico, algo que vivió en su etapa en Sun Microsystems, donde desarrolló criterio profesional estando presente en la oficina. Critica que empresas como Google han priorizado la conciliación y la salida temprana sobre la competencia real en la carrera por la inteligencia artificial (IA).
Según sus declaraciones, esta complacencia cultural habría permitido a rivales como OpenAI y Anthropic avanzar más rápidamente en IA, mientras China desarrolla aplicaciones prácticas con impacto directo en la economía global.
Ventajas del modelo 996 según Schmidt
Eric Schmidt sostiene que las jornadas extensas y la disciplina laboral generan velocidad, mentoría natural y alineamiento en equipos, aspectos que considera fundamentales para mantener una ventaja competitiva. La ejecución intensa, argumenta, se traduce en productos más robustos y en una posición de liderazgo frente a competidores internacionales.
Schmidt afirma que para “ganar” en la industria tecnológica, los empleados deben sacrificar parte de su vida personal, priorizando la productividad y la presencia en oficina sobre la flexibilidad del teletrabajo.
Repercusiones en la economía estadounidense y tecnológica
La postura de Schmidt no solo provoca debate sobre ética y equilibrio vida-trabajo, sino también sobre el futuro económico de EE.UU.. Según él, la falta de compromiso intensivo en la oficina limita la capacidad de innovación y reduce la tracción competitiva frente a China, país que combina disciplina laboral con aplicaciones tecnológicas prácticas que pueden liderar el mercado global.
Eric Schmidt defiende que la cultura de oficina y jornadas largas son esenciales para mantener la competitividad de Estados Unidos en tecnología e inteligencia artificial. Aunque sus opiniones generan controversia, reflejan un debate global sobre teletrabajo, productividad y liderazgo empresarial que sigue dividiendo a expertos y profesionales del sector.


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