La farmacéutica británica AstraZeneca anunció una inversión récord de 50 mil millones de dólares en Estados Unidos para 2030, lo cual fue una decisión que el presidente Donald Trump atribuyó directamente a su política de presión arancelaria contra las grandes empresas del sector.
“Será una gran inversión, no tengo ninguna duda. Gracias a AstraZeneca”, dijo Trump este martes desde la Casa Blanca, durante la recepción oficial al presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr.
De acuerdo con la compañía, la inversión financiará la construcción de una nueva planta en Virginia, la más grande de su historia, así como la expansión de instalaciones ya existentes en Maryland, Massachusetts, California, Indiana y Texas.
Con ello, AstraZeneca busca aumentar sus ingresos globales hasta los 80 mil millones de dólares hacia el final de la década, con al menos el 50% provenientes de los Estados Unidos, su mayor mercado a nivel mundial.
La farmacéutica, con sede en Cambridge, Reino Unido, ya cuenta con 19 centros de operación en territorio estadounidense y genera más de 92,000 empleos directos e indirectos, aportando cerca de 20 mil millones de dólares en valor económico, según sus estimaciones más recientes.
Por otro lado, el anuncio llega menos de tres semanas después de que Trump amenazara públicamente a las farmacéuticas con un arancel de hasta 200% si no trasladaban sus operaciones clave a suelo estadounidense.
“Queremos producción aquí. No vamos a seguir premiando a quienes fabrican fuera del país”, dijo entonces el mandatario.
Con esta jugada, Trump refuerza su estrategia de «repatriación industrial» mediante incentivos agresivos y penalizaciones comerciales, enviando un mensaje claro: las grandes inversiones seguirán el camino que marque la Casa Blanca.


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