Singapur, el termómetro del comercio global, recorta su previsión de crecimiento del 2.6% a solo 1.7%, citando las tensiones comerciales como causa principal.
Singapur, considerado el canario en la mina del comercio mundial, ha enviado una clara señal de advertencia a la economía global. Ha rebajado drásticamente su previsión de crecimiento para 2025, citando el grave impacto de la guerra comercial y la incertidumbre geopolítica.
Singapur, la ciudad-estado cuyo éxito económico está intrínsecamente ligado a la salud del comercio global, ha hecho sonar las alarmas. En un movimiento que se interpreta como un indicador adelantado de problemas para la economía mundial, los economistas del sector privado han recortado drásticamente la previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2025, pasando de un 2.6% a solo un 1.7%.
Este recorte de casi un punto porcentual, revelado en la encuesta trimestral de la Autoridad Monetaria de Singapur (MAS), es la señal más clara hasta la fecha de que el impacto de las tensiones comerciales y el proteccionismo se está extendiendo más allá de los principales contendientes.
La guerra comercial y los aranceles, culpables principales
La razón principal citada por los economistas para este pesimismo es el riesgo derivado de las tensiones geopolíticas y comerciales, con una mención específica a los aranceles impuestos por Estados Unidos que amenazan directamente a la economía de Singapur, altamente dependiente de las exportaciones. Una desaceleración económica global y condiciones financieras más estrictas completan el trío de factores negativos.
Los datos reales ya respaldan estas previsiones. Las exportaciones no petroleras de Singapur, un indicador clave, registraron una caída sorpresa del 3.5% en mayo, debido principalmente al desplome de los envíos a Estados Unidos. La actividad manufacturera también se ha contraído por segundo mes consecutivo.
El fin del efecto «adelantamiento»
Los analistas señalan un fenómeno conocido como «front-loading» para explicar cualquier fortaleza reciente en las cifras. Las empresas, previendo la imposición de nuevos aranceles, adelantaron sus envíos para evitar los gravámenes. Sin embargo, este efecto es temporal y ahora se está desvaneciendo, lo que presagia una fuerte caída en las exportaciones durante la segunda mitad del año.
«Prevemos un crecimiento más suave del PIB real en la segunda mitad de 2025, debido a las altas fricciones comerciales y un sentimiento empresarial más débil.» – Cita de economista en la encuesta de la MAS.
El caso de Singapur demuestra que en la actual guerra comercial global, no hay refugios seguros. Incluso una economía altamente sofisticada, neutral y conectada como la suya no puede aislarse de la rivalidad entre Estados Unidos y China. Su drástico recorte de previsiones es un aviso para el resto del mundo: el dolor económico de la desglobalización y el proteccionismo ha comenzado a afectar a todo el ecosistema comercial.


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