Labubu y Pop Mart: cómo China conquistó el mundo de los coleccionables
Una criatura de apariencia elfa con ojos grandes y expresión pícara ha capturado la imaginación de millones: Labubu, el personaje estrella de Pop Mart, ha dejado de ser un simple juguete para convertirse en un ícono cultural global.
El fenómeno va más allá de las vitrinas: se trata de una experiencia emocional, un ritual digital y una comunidad de culto. Labubu es la joya de la corona de Wang Ning, el empresario chino que fundó Pop Mart en 2010 y que, en poco más de una década, construyó un imperio de más de 20 mil millones de dólares.
De un pequeño local en Beijing a un gigante global
Wang Ning no siempre fue uno de los hombres más ricos del planeta. Su historia comenzó en un pequeño negocio de diseño en Beijing. Con 25 años y una visión clara, lanzó Pop Mart con un objetivo: crear algo que combinara nostalgia, arte y sorpresa.
Fue así como surgió la alianza con el artista Kasing Lung, creador de Labubu, un personaje con una estética inquietante pero entrañable. Lo que parecía un experimento artístico pronto desató una ola de coleccionismo jamás vista: jóvenes en Asia, América y Europa comenzaron a buscar cada figura como si fueran oro.
Hoy, Pop Mart compite y supera en ventas a gigantes como Hasbro y Mattel, con una fórmula que no solo vende productos, sino emociones encapsuladas.
¿Por qué Pop Mart es tan exitoso? Tres claves para entenderlo
1. El misterio de las «blind boxes»
Cada figura viene en una caja cerrada: el cliente no sabe cuál le tocará. Esta estrategia genera adrenalina, deseo y coleccionismo compulsivo. Es la gamificación del consumo.
2. Arte que conecta emocionalmente
Pop Mart colabora con artistas visuales como Kasing Lung y crea personajes con identidad visual poderosa. No son muñecos, son obras de arte en miniatura.
3. Estrategia omnicanal innovadora
Con más de 2,500 roboshops (máquinas expendedoras inteligentes), tiendas físicas y fuerte presencia digital, Pop Mart conecta en todos los frentes: presencial, móvil, redes sociales y eventos.
Labubu en la era digital: de TikTok a las subastas internacionales
Pop Mart explotó el potencial viral de las redes sociales. Con influencers como Lisa de Blackpink y millones de videos de unboxing en TikTok y YouTube, la popularidad de Labubu explotó.
Algunas figuras alcanzan precios de hasta 170,000 dólares en subastas internacionales, muy por encima de su precio original. La escasez controlada y la exclusividad son parte esencial del modelo de negocio.
¿Cuánto cuesta un Labubu en México?
En México, los fans también se han sumado a esta tendencia. Dependiendo del modelo y su rareza, los precios varían:
- Caja estándar: entre $350 y $500 pesos mexicanos.
- Ediciones limitadas o raras: de $800 hasta $3,000 pesos.
- Modelos agotados o exclusivos: más de $5,000 pesos en plataformas como eBay o Mercado Libre.
Pop Mart ya tiene presencia en México, tanto en línea como en centros comerciales, donde es posible encontrar sus roboshops.
Wang Ning: el joven detrás del emporio
Con apenas 38 años, Wang Ning es hoy uno de los empresarios más exitosos de China. Según Forbes, su fortuna supera los 20,900 millones de dólares y ocupa el puesto 101 entre las personas más ricas del mundo.
Su visión empresarial demuestra que no es necesario crear tecnología para liderar un mercado, sino entender la psicología del consumidor, generar deseo y crear comunidad.
Labubu no es un juguete, es cultura pop viva
Lo que comenzó como una idea de diseño se convirtió en una revolución en el consumo cultural. Pop Mart no vende figuras: vende expectativas, sorpresas, nostalgia y comunidad. Labubu es su estandarte, y cada caja cerrada es una apuesta por la emoción.
Más allá de la moda, este fenómeno refleja cómo el arte, el diseño y la estrategia pueden redefinir el éxito empresarial. Y mientras existan coleccionistas que busquen una figura más para completar su set, el legado de Labubu y Pop Mart seguirá creciendo.


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