La Fed de Boston y Susan Collins han generado una nueva ola de análisis en los mercados financieros, particularmente porque mantienen viva la incertidumbre sobre la trayectoria de las tasas de interés en Estados Unidos. En un momento en el que la economía muestra señales mixtas, sus comentarios refuerzan la posibilidad de que el banco central mantenga una postura prudente durante su reunión de diciembre. Para inversionistas, empresas y consumidores, esto implica un escenario donde la política monetaria todavía tendrá un papel clave en controlar la inflación, sin descuidar el mercado laboral.

La postura de Collins: cautela frente al próximo anuncio
Durante una conferencia de prensa celebrada en la Reserva Federal de Boston, Susan Collins fue clara: aún se inclina en contra de un recorte en las tasas de interés para diciembre. Aunque la Fed realizó dos reducciones moderadas de 0.50 puntos porcentuales entre septiembre y octubre, la funcionaria considera que el nivel actual de la tasa se mantiene dentro de un rango “levemente restrictivo”, adecuado para las condiciones económicas del país.
Según Collins, el mandato dual de la Fed —el control de la inflación y la estabilidad del empleo— sigue enfrentando riesgos en ambos frentes. Por ello, adelantó que “ve razones para dudar” respecto a relajar aún más el costo del crédito a corto plazo.
Inflación por arriba del objetivo: una preocupación persistente
Pese a los avances logrados durante el año, la inflación en Estados Unidos continúa por encima del objetivo del 2%, lo que limita el margen de maniobra del banco central. Collins subrayó que cualquier decisión debe evitar que el descenso inflacionario pierda tracción, especialmente ahora que algunos indicadores muestran un ritmo desigual en la moderación de precios.
Para la Fed, reducir las tasas de interés demasiado pronto podría incentivar un gasto más acelerado, complicando el objetivo de estabilizar los precios. Este argumento suma peso a la posible decisión de mantener la política monetaria sin cambios.
Un mercado laboral debilitándose gradualmente
Por otro lado, la presidenta de la Fed de Boston destacó que el mercado laboral ha mostrado signos de enfriamiento, lo que añade presión en la otra dirección. Las autoridades monetarias ya habían justificado dos recortes previos con el objetivo de apoyar el empleo, que ha dado señales de desaceleración en sectores clave.
No obstante, Collins considera que aún no hay evidencia suficiente para justificar un estímulo adicional. Su preocupación central sigue siendo lograr un equilibrio que no comprometa los avances en materia inflacionaria.
Una reunión que promete ser dividida
La próxima decisión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), programada para los días 9 y 10 de diciembre, podría ser una de las más tensas de los últimos meses. Collins reconoció que aún no tiene claro cuál será su voto definitivo y que espera recibir “más datos” antes de cerrar su postura.
Esto podría abrir la puerta a un debate interno poco común dentro del organismo, donde generalmente se busca un consenso sólido para enviar un mensaje claro a los mercados.
Fed de Boston: Datos limitados y un escenario incierto
A la complejidad del panorama se suma el reciente cierre del gobierno, que dejó a la Fed con menos información estadística de lo habitual para tomar decisiones. Este déficit de datos aumenta la incertidumbre y ha hecho que varios funcionarios se pronuncien con cautela, señalando que la institución no debería apresurarse a recortar las tasas.
Actualmente, la tasa de los fondos federales opera en un rango de 3.75% a 4%, y aunque algunos analistas anticipaban un recorte de un cuarto de punto, las recientes declaraciones de distintos miembros del organismo sugieren que no hay consenso.
¿Qué significa esto para empresas, consumidores e inversionistas?
La posibilidad de mantener las tasas sin cambio en diciembre envía un mensaje mixto. Por un lado, implica que la Fed sigue comprometida con el control de la inflación, evitando estímulos que puedan reactivar presiones sobre los precios. Por otro, representa un desafío para sectores sensibles al crédito, como el inmobiliario, el consumo durable y parte de la actividad empresarial.
Para los inversionistas, estas señales refuerzan la importancia de monitorear los próximos indicadores económicos y cualquier declaración adicional de los miembros de la Fed, ya que el entorno seguirá siendo altamente dependiente de los datos.

La posición de Susan Collins añade un nuevo nivel de incertidumbre al cierre del año económico en Estados Unidos. Con riesgos presentes tanto en la inflación como en el empleo, la Fed parece encaminada a una reunión altamente debatida, donde cada dato será determinante. Para la economía estadounidense, diciembre podría marcar el rumbo de la política monetaria en 2025.


TE PODRÍA INTERESAR