Doña Carmen vive en Zacatecas y desde hace 12 años depende de los envíos de su hijo que trabaja en California. Cada mes recibía 400 dólares para cubrir los gastos básicos de comida, medicinas y el colegio de sus nietos. Sin embargo, en los últimos meses, esa cantidad ha disminuido.
La historia de Carmen refleja lo que viven 1.53 millones de hogares mexicanos: un flujo de remesas en caída que se convierte en un duro golpe para la estabilidad familiar.
Cinco meses de caída consecutiva en remesas
Según el Banco de México, en agosto ingresaron 5,578 millones de dólares en remesas, un 8.3% menos que en 2024. BBVA explicó que, al considerar inflación y la apreciación del peso, la caída real es de 13.1%.
Lo más preocupante es que esta baja suma ya cinco meses consecutivos y BBVA prevé que 2025 cierre con la primera contracción anual en 13 años, con ingresos estimados en 61 mil millones de dólares.
Un millón y medio de hogares dependen de las remesas
De acuerdo con cifras del Inegi, uno de cada 25 hogares en México recibe remesas. Esto significa que más de 5.4 millones de personas dependen directamente de este ingreso para sobrevivir.
Pero el impacto es más grave en los 360 mil hogares donde las remesas representan más del 50% del ingreso familiar. Para estas familias, la caída en envíos desde EE.UU. y otros países significa menos comida en la mesa, más deudas y menos acceso a servicios de salud o educación.
BBVA: “No es un fenómeno repentino”
El análisis de BBVA advierte que la baja no llegó de golpe, sino que siguió a 17 meses de incertidumbre con altibajos en los envíos. Para los analistas, esto refleja la vulnerabilidad de la economía mexicana frente a factores externos como:
- La inflación en EE.UU.
- La desaceleración económica global.
- La fortaleza reciente del peso frente al dólar.
El impacto social de la caída en remesas
La contracción de las remesas no es solo un dato macroeconómico, es un golpe directo al bienestar de las familias más pobres. La reducción en la capacidad de compra se traduce en:
- Menos alimentos en los hogares.
- Problemas para pagar rentas y deudas.
- Mayor riesgo de deserción escolar.
- Estrés y ansiedad en millones de familias dependientes.
Una alerta roja para la economía mexicana
La caída en las remesas muestra que la dependencia de este ingreso externo deja a millones de familias vulnerables. Si bien México es uno de los países que más recibe remesas en el mundo, la desaceleración obliga a mirar hacia adentro: crear empleos dignos y reducir la dependencia de envíos desde el extranjero.
El reto es enorme y, como dice BBVA, la tendencia ya está aquí. La pregunta es: ¿qué pasará con las familias más vulnerables si la caída continúa?


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