Este sábado, Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, y Volodímir Zelensky, presidente de Ucrania, se encontraron en el Palacio del Elíseo, bajo la invitación del mandatario francés Emmanuel Macron. La reunión coincidió con las conmemoraciones por la reapertura de Notre Dame de París, un símbolo de resiliencia que resurge tras el devastador incendio de 2019.
Aunque el evento tenía un trasfondo cultural, las discusiones políticas dominaron la agenda. Zelensky, quien arribó al Elíseo poco después de las 17:30 horas, fue recibido formalmente por el jefe de protocolo francés. Dentro, lo esperaban Trump y Macron para un diálogo a tres bandas que podría marcar un punto de inflexión en temas globales críticos.
Temas sobre la mesa: Aranceles y el conflicto en Ucrania
El encuentro no solo fue simbólico, sino estratégico. Entre los temas discutidos estuvieron la amenaza de aranceles de Trump hacia productos europeos y, más urgentemente, el conflicto en Ucrania.
Zelensky llegó con la expectativa de consolidar el apoyo estadounidense en un momento crítico para su país. Aunque Estados Unidos es el principal proveedor de armamento a Ucrania, las declaraciones de Trump durante su campaña electoral han generado inquietud. Su promesa de resolver el conflicto ucraniano en 24 horas ha sido interpretada con escepticismo, especialmente por los aliados europeos que temen un cambio en la política exterior estadounidense.
Por su parte, Macron buscó mediar entre ambos líderes. Francia, como miembro destacado de la Unión Europea, tiene interés en evitar un escalamiento del conflicto que podría desestabilizar aún más la región.
Zelensky: ¿Cambio de estrategia hacia la diplomacia?
En los últimos meses, Zelensky ha señalado la necesidad de explorar soluciones diplomáticas al conflicto, reconociendo que la recuperación total del territorio ocupado por Moscú podría no lograrse por medios militares. Esta postura refleja la urgencia de buscar un equilibrio entre mantener el apoyo internacional y evitar la prolongación de una guerra devastadora.
La cumbre trilateral también abordó cómo Europa puede contribuir a una solución estable, en un momento en que las tensiones entre Washington y Bruselas, especialmente en torno a los aranceles, complican las dinámicas internacionales.
Notre Dame: El símbolo de la esperanza
Tras la reunión, los tres mandatarios participaron en las ceremonias de reapertura de Notre Dame, acompañados por una cuarentena de jefes de Estado y de Gobierno. La icónica catedral, destruida parcialmente en un incendio, representa un momento de unidad y renovación, un mensaje especialmente relevante en el contexto de los conflictos globales discutidos durante la jornada.
Aunque la ceremonia estaba prevista para las 18:15 horas, las extensas discusiones entre Trump, Zelensky y Macron retrasaron el inicio del evento. Esto subraya la importancia de las conversaciones que tuvieron lugar detrás de las puertas del Elíseo.
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