martes, diciembre 23, 2025

¡TERREMOTO! Ex DT junior destapa Cloaca: ¿7 Jugadoras amañaron partidos?

El fútbol femenino colombiano enfrenta su hora más oscura. Yinaris García, recién despedida de Junior de Barranquilla, lanza una bomba: siete de sus exjugadoras habrían amañado partidos. Este Juez exige respuestas.

La denuncia: Palabras explosivas de una DT despedida

El fútbol femenino en Colombia, una disciplina en pleno crecimiento y con un potencial enorme, se ha visto sacudido por un escándalo de proporciones mayúsculas. El 29 de mayo de 2025, Yinaris García, quien hasta hace poco dirigía los destinos del equipo femenino de Junior de Barranquilla, realizó una denuncia explosiva que pone en tela de juicio la integridad de la competición. García, quien ostenta el mérito de ser la primera mujer colombiana en obtener una licencia de entrenadora UEFA, no se guardó nada tras conocer su despido, el cual fue justificado por el club debido a «malos resultados».

En una declaración que retumbó en los medios y redes sociales, García afirmó: «La decisión de terminar la relación laboral fue comunicada al grupo de jugadoras el martes, situación que causó malestar en algunas integrantes del equipo, lo que llevó a que llegara a mi poder evidencia de que los malos resultados en algunos de los partidos disputados, tanto en la liga actual como en la anterior, fueron producto de conductas antideportivas por parte de un grupo de siete jugadoras, responsables de amañar los resultados».

Estas palabras, cargadas de gravedad, apuntan a una presunta red de corrupción interna que habría afectado el rendimiento del equipo en múltiples encuentros. El timing de esta denuncia es, sin duda, un factor crucial a considerar. ¿Se trata de una represalia de una entrenadora dolida por su cese, o es la valiente revelación de hechos que solo pudo atreverse a exponer una vez desvinculada de las presiones institucionales? La mención de «evidencia» es el pilar sobre el que se sostiene esta grave acusación.

El «caso»: Pruebas en manos de las autoridades

Yinaris García no se limitó a lanzar acusaciones al aire; aseguró que sus afirmaciones están respaldadas. «Hay pruebas concretas de estas acusaciones, que ya están en manos de las autoridades competentes», manifestó, añadiendo una capa de seriedad y urgencia al asunto.

Con esta declaración, la entrenadora traslada la responsabilidad de la investigación a los organismos pertinentes, esperando que «los hechos se aclaren» y advirtiendo que incidentes como este no deben permitirse para no «empañar el progreso» del fútbol femenino.

Se anticipa que las autoridades colombianas tomarán cartas en el asunto de manera inminente, iniciando una investigación formal que incluiría la citación a declarar tanto a las jugadoras implicadas –cuyas identidades no han sido reveladas públicamente, en un intento por proteger la presunción de inocencia pero que inevitablemente alimenta la especulación– como a la propia García.

Mientras tanto, la situación deportiva de Junior femenino era delicada: el equipo ocupaba el undécimo puesto en la Liga Femenina Colombiana, con un registro de apenas 11 puntos, producto de dos victorias, cinco empates y seis derrotas. El despido de García se produjo tras una contundente derrota por 6-0 ante Santa Fe, un resultado que aparentemente colmó la paciencia de la directiva. La credibilidad de la liga y, por extensión, del fútbol femenino colombiano, pende de un hilo muy delgado.

El Modus operandi especulado: ¿Cómo se arregla un partido?

Aunque la denuncia de Yinaris García no entra en detalles específicos sobre cómo se habrían amañado los partidos, el modus operandi en estos casos suele seguir patrones conocidos.

El arreglo de partidos puede manifestarse a través de errores deliberados y groseros por parte de las jugadoras implicadas, la concesión de penaltis absurdos, una notable y repentina falta de esfuerzo en momentos clave del juego, o incluso fallos inexplicables en situaciones claras de gol.

La participación de siete jugadoras, como se alega, sugiere una coordinación considerable y una posible red que va más allá de una o dos individualidades actuando por su cuenta. ¿Quiénes serían las instigadoras dentro del grupo? ¿Y quiénes los beneficiarios finales de estos presuntos amaños? Las apuestas ilegales suelen ser el motor principal detrás de estas tramas, pero no se puede descartar que se busque favorecer a otros equipos por distintas razones.

Este tipo de escándalos, de confirmarse, podrían ser un síntoma preocupante de la vulnerabilidad económica y estructural que aún afecta a muchas ligas de fútbol femenino a nivel mundial. Aunque el deporte ha experimentado un crecimiento exponencial en popularidad y profesionalización, los salarios en el fútbol femenino, en general, siguen siendo considerablemente más bajos que en sus contrapartes masculinas.

 Esta precariedad económica podría hacer que algunas jugadoras sean más susceptibles a los sobornos ofrecidos por redes de apostadores. Además, un menor escrutinio mediático y de supervisión en comparación con las ligas masculinas de élite podría, en teoría, facilitar la operación de estas prácticas corruptas. La denuncia de García afecta a un club importante como Junior, pero si las condiciones de vulnerabilidad son generalizadas, el problema podría ser mucho más sistémico de lo que se imagina.

Impacto podría ser devastador

Si las acusaciones de Yinaris García se confirman mediante una investigación exhaustiva, el impacto podría ser devastador y trascender las fronteras de Junior y la liga colombiana. Un escándalo de amaño de partidos de esta magnitud tiene el potencial de minar la confianza de los aficionados en el fútbol femenino a nivel regional e incluso global. Podría generar un escepticismo generalizado sobre la legitimidad de los resultados en otras competiciones femeninas, lo cual sería un duro golpe en un momento en que el deporte busca consolidar su crecimiento y atraer mayores inversiones.

Los patrocinadores, que son vitales para el desarrollo y la sostenibilidad del fútbol femenino, buscan asociarse con deportes limpios y con una imagen intachable; la corrupción es, comprensiblemente, un repelente poderoso. En una fase de expansión y búsqueda de una mayor profesionalización, un escándalo de esta naturaleza podría frenar el impulso y la inversión que tanto necesita el fútbol femenino para alcanzar su pleno potencial.

Giovanna Cancino
Giovanna Cancino
Giovanna Cancino es una experimentada profesional de la comunicación, Licenciada en Ciencias y Técnicas de la Comunicación. Con más de una década de trayectoria en medios impresos y digitales, se ha consolidado como reportera y editora. Su profundo conocimiento se refleja en sus colaboraciones en la sección deportiva 'Sport Judge', así como en las importantes secciones Nacional e Internacional, asegurando una cobertura fiable y relevante para nuestros lectores.
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