En el Mundial de Clubes 2025, el fútbol podría regalarnos uno de esos duelos que trascienden el marcador: Sergio Ramos, hoy líder de Rayados de Monterrey, podría enfrentarse al club donde forjó su leyenda, el Real Madrid. El destino, al parecer, se empeña en tejer historias que combinan memoria, emoción y presente competitivo.
Rayados, dirigidos por el estratega catalán Domenec Torrent, dieron la sorpresa al clasificar a los octavos de final como segundos del Grupo E, superando a River Plate y Urawa Reds, y sólo por detrás del Inter de Milán. Su próximo reto será ante el Borussia Dortmund, el martes 1 de julio en el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta.
Por su parte, el Real Madrid está por cerrar su participación en la fase de grupos. Si vence al RB Salzburg, avanzará como líder del Grupo H y se enfrentaría al segundo del Grupo G, aún en disputa entre Manchester City y Juventus. Si ambos superan sus respectivos desafíos, el tan esperado choque entre Ramos y el Madrid se daría el viernes 5 de julio en el MetLife Stadium de Nueva Jersey.
Un escenario así sería más que una eliminatoria. Para Ramos, sería volver a mirar de frente al escudo que defendió durante más de 15 años, siendo capitán, referente y símbolo eterno del madridismo. Hoy, ese mismo carácter lo transmite en la zaga de Rayados, donde su presencia ha sido clave dentro y fuera del campo.
Si el destino lo permite, ese posible duelo ante el Real Madrid no será solo fútbol: será historia viva, será nostalgia enfrentando al presente, será una página imborrable en la memoria del deporte.
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