El Clásico Regio 141 no solo concluyó con un empate, sino que dejó un momento que rápidamente se volvió viral: un tenso cara a cara entre Sergio Ramos, de Monterrey, y André-Pierre Gignac, de Tigres.
Lo que comenzó como un intercambio acalorado de manoteos terminó en un gesto de camaradería que sorprendió a todos los aficionados.
¿Qué pasó entre Ramos y Gignac?
El incidente ocurrió al minuto 63, tras una falta marcada a favor de Tigres por el árbitro César Ramos Palazuelos, cometida por Germán Berterame. Sergio Ramos, quien consideró que la infracción era inexistente y que interrumpía una jugada de ataque prometedora para los Rayados, se acercó inmediatamente a reclamar al central.
En ese momento, Gignac se unió a la escena, exigiendo la amonestación del jugador rival. La tensión se incrementó con palabras fuertes y gestos de manos, mientras el árbitro actuaba como mediador improvisado.
Del manotazo a la risa
El intercambio se intensificó cuando Sergio Ramos intentó bajar el brazo de Gignac, quien respondió con el mismo gesto. Fue un ‘cara a cara’ breve que, en otro contexto, podría haber derivado en una tarjeta o una confrontación mayor.
Sin embargo, para sorpresa de todos, la tensión se disipó de inmediato. Ambos jugadores rieron, se dieron un rápido apretón de manos, un ligero abrazo y cada uno se alejó del lugar.
“Al terminar de reclamar y estando cara a cara, ambos jugadores rieron, se dieron la mano un ligero abrazo y se marcharon, por lo que todo quedó ahí”, comentaron testigos.


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