Santos cae en Juárez y extiende su maldición como visitante
La historia de Santos Laguna en condición de visitante sigue marcada por la frustración. En el Estadio Olímpico Benito Juárez, los Guerreros tuvieron la victoria en las manos después de 23 partidos sin ganar fuera de casa, pero un cierre dramático los condenó.
Con un gol tempranero de Cristian Dájome al minuto 11, parecía que la noche en la frontera sería distinta. El colombiano silenció a los locales tras un contragolpe perfecto, dándole a Santos la ilusión de romper una de sus peores rachas recientes en la Liga MX.
Sin embargo, el fútbol volvió a mostrar su lado cruel. En tiempo de compensación, los Bravos respondieron con dos zarpazos: Ángel Zaldívar al 90’ y Denzell García al 90+2 decretaron un 2-1 que dejó a Santos hundido en su crisis y a los juarenses celebrando su segunda victoria del torneo.
La maldición de Santos en condición de visitante
Han pasado casi seis meses desde que Santos consiguió su último triunfo fuera de casa. El 1 de marzo de 2024, los laguneros derrotaron 1-0 a Querétaro en el estadio Corregidora. Desde entonces, la sequía se ha extendido con derrotas y empates que muestran un patrón preocupante.
Este torneo parecía la oportunidad ideal para cambiar la historia. Con la ventaja mínima y un rival que no había mostrado gran poder ofensivo, los Guerreros estuvieron a dos minutos de acabar con la racha. Sin embargo, la fragilidad defensiva y la falta de manejo del partido terminaron por condenarlos nuevamente.
Juárez encuentra oxígeno en el cierre
Para los Bravos de Juárez, el triunfo tuvo un sabor especial. La afición, que comenzaba a impacientarse con el desempeño del equipo, celebró con euforia los goles en los minutos finales.
Zaldívar, con su olfato goleador, empató el marcador cuando el reloj ya rozaba los 90 minutos. Y en la última jugada del partido, Denzell García, con potencia y oportunismo, firmó la remontada que levantó a todo el estadio.
Este resultado significó apenas la segunda victoria de los fronterizos en la campaña, pero con un valor anímico enorme: ganar con épica y dejar herido a un rival que parecía resucitar.
Santos: crisis que no encuentra salida
La derrota en Juárez no solo representa tres puntos perdidos. Es también un golpe emocional para un equipo que no encuentra respuestas. Los cuatro tropiezos consecutivos en el torneo, sumados a la incapacidad para cerrar partidos, encienden las alarmas en la Comarca Lagunera.
El gol de Dájome había sido un destello de esperanza, pero la falta de contundencia en los momentos clave volvió a cobrar factura. El banquillo y los jugadores cargan ahora con la presión de romper una racha que parece interminable.
Un contraste de emociones
El marcador final de Juárez 2-1 Santos dejó una doble postal: la alegría desbordada en la frontera y la desolación de los Guerreros. Mientras los Bravos encuentran motivos para creer en un mejor torneo, Santos sigue atrapado en su maldición como visitante, cargando con una losa que cada jornada pesa más.


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