El mariscal de campo de los Cincinnati Bengals, Joe Burrow, se unió recientemente a la lista de jugadores de la NFL afectados por una preocupante ola de robos que ha puesto en jaque a las estrellas de la liga. Durante el enfrentamiento de su equipo contra los Dallas Cowboys el pasado 9 de diciembre, la casa de Burrow fue saqueada.
De acuerdo con un informe de la Oficina del Sheriff del Condado de Hamilton, Ohio, el robo ocurrió mientras Burrow jugaba en el AT&T Stadium de Arlington, Texas. Aunque el deportista no se encontraba en su domicilio al momento del incidente, el informe señala que «la habitación del domicilio fue saqueada», sin especificar aún el valor de los objetos robados.
Una tendencia alarmante: la ola de robos a deportistas profesionales
Joe Burrow no es el único afectado. Jugadores de renombre como Patrick Mahomes y Travis Kelce, de los Kansas City Chiefs, también fueron víctimas recientes. Sus casas fueron saqueadas el pasado 7 de octubre mientras jugaban contra los New Orleans Saints. Asimismo, el exjugador de los Dallas Cowboys, Linval Joseph, sufrió un robo en septiembre.
Estos incidentes no son aislados. La NFL emitió una alerta de seguridad en noviembre, instando a los 32 equipos de la liga a reforzar las medidas de protección en sus hogares debido al accionar de una sofisticada red criminal transnacional.
¿Cómo operan los delincuentes?
La red criminal detrás de estos robos utiliza estrategias avanzadas para atacar con precisión y evitar enfrentamientos. Según la NFL, los delincuentes:
- Obtienen direcciones a través de registros públicos.
- Vigilan las propiedades días antes del robo.
- Atacan preferentemente cuando los jugadores están fuera, durante los partidos.
- Utilizan tecnología como drones y dispositivos para interferir señales.
El FBI confirmó que estos grupos, conocidos como SATG (South American Theft Groups), se enfocan en objetos de lujo, como joyas, relojes y efectivo, que pueden revender fácilmente en el mercado negro.
Preocupación creciente en la NFL y NBA
La situación ha escalado a tal nivel que la NBA también reportó casos similares en casas de jugadores. Según Leon Newsome, vicepresidente de seguridad de la liga, el FBI está investigando la conexión entre los incidentes en ambas ligas.
Se han encontrado patrones similares, como la desactivación de sistemas de alarma y la ausencia de perros en las propiedades. La colaboración entre el FBI y agencias locales busca desmantelar estas redes internacionales.
¿Qué medidas están tomando los jugadores?
La NFL y la NBA han recomendado a sus deportistas:
- Instalar sistemas de seguridad avanzados con monitoreo 24/7.
- Evitar publicar ubicaciones en redes sociales.
- Contratar seguridad privada.
- Revisar periódicamente la seguridad física de sus hogares.
Joe Burrow, al igual que sus colegas, enfrenta no solo la presión de los partidos, sino también el desafío de proteger su privacidad y seguridad personal.
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