Pumas volvió a decepcionar a su afición en Ciudad Universitaria al empatar 0-0 contra el sotanero Puebla, sumando así tres empates consecutivos en casa y sin conocer la victoria en este torneo de la Liga MX. El director técnico, Efraín Juárez, terminó el partido con el rostro serio y pensativo, reflejando la preocupación por la falta de resultados y el descontento de los más de 18 mil 400 asistentes que presenciaron el encuentro.
Cinco meses atrás, Juárez había asegurado que “los aficionados se van a sentir identificados por la garra y el espíritu de este equipo”, sin embargo, la realidad en el estadio Olímpico muestra otra historia: dominio territorial sin eficacia frente al arco rival y una incapacidad para reflejar el esfuerzo en goles.
Oportunidades desperdiciadas
Durante el primer tiempo, Jorge Ruvalcaba y el ecuatoriano Pedro Vite tuvieron claras opciones de abrir el marcador, pero ambos fallaron frente al arquero Julio González, quien logró mantener la portería en cero. Más adelante, el colombiano Álvaro Angulo también desaprovechó una oportunidad, sumando al registro de ocasiones fallidas.
El único que logró contener la impaciencia de la afición fue el costarricense Keylor Navas, cuya participación en el juego fue mínima, pero suficiente para evitar un marcador en contra. Mientras tanto, Puebla aprovechó la situación para calibrar su confianza y jugar con mayor tranquilidad, demostrando que la presión sobre los felinos era palpable.
Estrategia defensiva de Puebla
Con apenas dos entrenamientos desde su llegada al cargo, el argentino Hernán Cristante, director técnico de Puebla, recurrió a un esquema defensivo sólido para mantener el empate durante los 90 minutos. Su equipo resistió la constante presión auriazul, logrando neutralizar los ataques de los locales y limitando las opciones de gol.
Esteban Lozano, delantero de Puebla, fue el jugador que intentó generar peligro para Pumas, con remates desde fuera del área que no lograron concretar, demostrando que la Franja también tuvo momentos de oportunidad pese a ser considerado el sotanero del torneo.
Ingreso de Aaron Ramsey
El ambiente se tornó más tenso cuando la afición exigió la salida del mexicano Guillermo Martínez, con cánticos de “¡Fuera Memote!”, para dar ingreso al galés Aaron Ramsey, quien finalmente debutó en la Liga MX en el minuto 62, casi dos meses después de su contratación.
Ramsey mostró liderazgo, replicando las indicaciones de Juárez y marcando diferencia frente a los jugadores más jóvenes del equipo. Sin embargo, su participación no fue suficiente para cambiar el rumbo del partido, y el equipo terminó nuevamente sin reflejar efectividad en el marcador.
Desafíos ofensivos de Pumas
Pumas proyectó una imagen de dureza y lucha durante el partido, pero nuevamente la efectividad en ataque fue limitada. La salida por lesión de Rodrigo López también afectó la dinámica del equipo, dejando pocas opciones creativas en el medio campo.
El equipo auriazul ha mostrado consistencia en esfuerzo y garra, pero los resultados no acompañan. En seis fechas disputadas, Pumas registra únicamente un triunfo fuera de casa, lo que evidencia que la estrategia ofensiva y la definición frente al arco siguen siendo problemas críticos para el club.
La urgencia de resultados
El empate ante Puebla deja a Pumas con preocupantes estadísticas en casa, y la afición exige soluciones inmediatas. El equipo necesita transformar su dominio territorial en goles concretos y mejorar la coordinación ofensiva, especialmente en partidos contra rivales considerados más débiles en la tabla.
Efraín Juárez enfrenta ahora la presión de equilibrar la garra del equipo con la eficacia necesaria para conseguir victorias en Ciudad Universitaria. La paciencia de la afición parece agotarse, y los próximos partidos en casa serán decisivos para demostrar si Pumas puede revertir su situación y cumplir con las expectativas de su hinchada.


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