Más de una década después de una de las noches más memorables en la historia del boxeo, Óscar De La Hoya decidió hablar. El exboxeador y empresario rompió el silencio sobre los oscuros acontecimientos que rodearon la icónica pelea entre Floyd Mayweather Jr. y Saúl «Canelo» Álvarez en 2013, revelando que fue víctima de una traición dentro de su propio equipo.
La pelea millonaria que ocultó una crisis interna
El 14 de septiembre de 2013, el combate entre Mayweather y Canelo no solo rompió récords al generar más de 150 millones de dólares en pago por evento, sino que también se consolidó como un evento histórico para el deporte. Sin embargo, detrás del éxito, De La Hoya vivía una pesadilla que permaneció en silencio durante años.
En una reciente entrevista para el podcast AK and Barak, el presidente de Golden Boy Promotions aseguró que su repentina internación en rehabilitación días antes del combate no fue producto de una crisis personal, sino una estrategia de manipulación orquestada por personas cercanas a él.
“No fue porque algo anduviera mal conmigo. Fue todo orquestado”, sentenció De La Hoya.
“Se desató el infierno”: De La Hoya acusa traición en Golden Boy Promotions
Según su testimonio, altos ejecutivos de Golden Boy Promotions habrían tomado decisiones cruciales sin su autorización, justo cuando el combate estaba por realizarse. La intención habría sido aislarlo del proceso organizativo del evento más importante en la historia de la promotora.
“Cuando esas personas no son honestas contigo… se desata el infierno. Eso es exactamente lo que sucedió”, reveló el también medallista olímpico, visiblemente afectado.
De La Hoya no dio nombres, pero dejó en claro que fue excluido intencionalmente, lo que explica su ausencia en los momentos clave previos a la pelea.
¿Cambió la historia del boxeo fuera del ring?
Aunque el enfrentamiento Mayweather vs Canelo quedará en la historia como un éxito comercial sin precedentes, las declaraciones de De La Hoya arrojan nueva luz sobre los conflictos de poder que pueden sacudir los grandes eventos deportivos.
La pelea significó un punto de quiebre tanto para Canelo como para Golden Boy Promotions, pero ahora también es recordada como el escenario de una traición silenciosa, una que marcó emocionalmente a uno de los íconos más importantes del boxeo moderno.


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