El tenista serbio Novak Djokovic confirmó que no participará en el Masters 1000 de París, programado del 27 de octubre al 2 de noviembre, una decisión que marca su segunda ausencia consecutiva en uno de los torneos más importantes de la gira bajo techo. El anuncio lo hizo a través de sus redes sociales, donde expresó su pesar y aseguró que espera regresar el próximo año.
“Desgraciadamente no jugaré en París este año”, escribió el serbio de 38 años, quien ostenta el récord de siete títulos en el torneo parisino. “Espero poder volver el próximo año a competir en esta gran ciudad y ante su público”, añadió.
El Masters 1000 de París cambia de sede este año a La Défense Arena, después de más de cuatro décadas celebrándose en Bercy, lo que iba a significar un estreno histórico sin la presencia del máximo ganador del certamen.
Una temporada con pocas apariciones y decisiones estratégicas
La ausencia de Djokovic en París no sorprende del todo a los seguidores del circuito, ya que el serbio ha mantenido una agenda sumamente selectiva durante 2025, priorizando su preparación física y su longevidad deportiva.
Tras su eliminación en semifinales del US Open frente al español Carlos Alcaraz a inicios de septiembre, el número cinco del ranking ATP decidió tomarse un descanso prolongado antes de regresar a la competencia en el Masters 1000 de Shanghái. Sin embargo, allí tampoco logró avanzar a la final, cayendo en semifinales ante el monegasco Valentin Vacherot, quien terminó levantando el trofeo.
El serbio también participó recientemente en el torneo de exhibición Six Kings Slam, en Arabia Saudita, donde abandonó durante el partido por el tercer lugar, lo que levantó especulaciones sobre su estado físico y su motivación de cara al cierre del año.
Su equipo no ha emitido un comunicado médico oficial, pero diversas fuentes cercanas al jugador señalan que Djokovic busca dosificar su carga competitiva para evitar lesiones y llegar en óptimas condiciones a los torneos clave de final de temporada.
Un campeón histórico que dosifica esfuerzos
Con 24 títulos de Grand Slam, Djokovic sigue siendo uno de los grandes referentes del tenis mundial, aunque su presencia en los torneos ha disminuido respecto a años anteriores. Su estrategia de participación se ha enfocado en eventos de alto nivel y relevancia histórica, dejando de lado algunas competencias del circuito regular.
El Masters 1000 de París ha sido históricamente un escenario favorable para el serbio. Ganó por primera vez en 2009 y repitió la hazaña en 2013, 2014, 2015, 2019, 2021 y 2023, consolidándose como el jugador con más victorias en la historia del certamen.
Su decisión de no competir en la edición 2025 marca un punto de inflexión en su trayectoria reciente, en la que parece privilegiar la preparación selectiva sobre la cantidad de torneos disputados. Analistas deportivos destacan que esta política podría ser parte de su plan para prolongar su carrera profesional, similar a lo que hizo Roger Federer en sus últimos años en el circuito.
Próximos pasos y posibles apariciones
Aunque no estará en París, Djokovic mantiene abierta la posibilidad de regresar al circuito en el ATP 250 de Atenas, programado del 2 al 8 de noviembre, lo que le permitiría sumar ritmo competitivo antes del cierre de temporada.
Además, el serbio ya está clasificado para el Masters de Turín, que se celebrará del 9 al 16 de noviembre, torneo que reúne a los ocho mejores jugadores del año. Sin embargo, todavía no ha confirmado oficialmente su participación.
De hacerlo, buscaría sumar un nuevo título en un evento que ha ganado en seis ocasiones, empatando con Federer como los máximos campeones del torneo de maestros. Su presencia en Turín podría ser determinante para definir su posición final en el ranking ATP y cerrar la temporada con fuerza.
Por ahora, Djokovic se mantiene en el quinto puesto mundial, detrás de Alcaraz, Sinner, Zverev y Medvedev, una posición poco habitual para el veterano serbio, aunque aún dentro de la élite del tenis mundial.
Una pausa estratégica rumbo al cierre del año
La renuncia de Novak Djokovic al Masters 1000 de París representa más que una simple ausencia: refleja una transición planificada en la carrera de un jugador que ha marcado una era. Con casi dos décadas en la élite, el serbio parece enfocado en cuidar su cuerpo y priorizar la longevidad, incluso si eso implica perder algunos torneos icónicos.
Su decisión deja un vacío en uno de los eventos más esperados del circuito, pero también alimenta la expectativa sobre su regreso en Turín, donde podría buscar reafirmar su estatus como uno de los mejores tenistas de todos los tiempos.
Mientras tanto, el público parisino deberá esperar un año más para volver a ver al siete veces campeón levantar su raqueta en la capital francesa, en un torneo que, sin él, pierde a su figura más dominante.


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