Kirk Cousins: El contrato que se convirtió en un lastre
Kirk Cousins firmó una extensión de cuatro años y 180 millones de dólares con los Falcons hace solo 15 meses. Sin embargo, tras la «emergencia de Michael Penix Jr.», Atlanta ahora busca traspasarlo. Su ausencia en los OTAs ya se convirtió en «noticia», y los Falcons admiten que su permanencia sería una «distracción». Cousins tiene 37.5 millones de dólares en garantías restantes, y Atlanta tendría que «comerse parte de ese dinero» para traspasarlo.
Ah, Kirk Cousins. El hombre que firmó un cheque de 180 millones y en menos de dos años se convirtió en el «elefante en la habitación» de los Falcons. La «emergencia» de Penix Jr. es la excusa perfecta para deshacerse de un contrato que se ha convertido en un lastre. Su ausencia en los entrenamientos es una «distracción,» claro, porque es difícil ignorar a un tipo al que le pagas una fortuna por no querer estar allí.
Es la comedia de los contratos en la NFL: firmar cheques astronómicos sin una visión a largo plazo, y luego pagar el doble para corregir el error. Los Falcons están «totalmente volcados en Penix». ¿Y Cousins? Un «costo hundido» que ahora es la patata caliente de la liga.
El caso de Kirk Cousins es un ejemplo flagrante de la disfuncionalidad en la gestión de contratos de quarterbacks de élite. Firmar un acuerdo masivo y luego intentar deshacerse del jugador tan rápidamente por la emergencia de un novato demuestra una falta de planificación estratégica y una mala asignación de capital. Esto no solo genera una carga financiera («sunk cost») sino también un «drama humano» que afecta la dinámica del vestuario y la percepción pública de la franquicia.
La presencia de un QB de alto perfil esperando ser traspasado crea una «distracción» que puede socavar la cultura del equipo y obstaculizar el desarrollo del talento joven como Michael Penix Jr.. La dinámica de «mentor» se vuelve tensa cuando el mentor está en la puerta de salida. Esto revela cómo las decisiones financieras erróneas pueden tener un efecto dominó en el rendimiento deportivo y la cohesión interna.
Aaron Rodgers: El limbo de un Gurú en Pittsburgh
Los Pittsburgh Steelers han estado «esperando una decisión de Aaron Rodgers por más de dos meses,» y él «no ha dicho afirmativamente» que firmará. Terry Bradshaw, leyenda de los Steelers, calificó el interés en Rodgers como una «broma» , preguntando: «¿Qué vas a hacer? ¿Traerlo por un año, bromeas?». Rodgers, de 41 años, ha insinuado que tiene «asuntos fuera del campo» y «compromisos personales» que requieren su atención. Mientras tanto, Mason Rudolph es el QB1 de los Steelers, y el equipo está en un «limbo».
Aaron Rodgers, el gurú de la NFL, tiene a los Steelers en un «limbo» más profundo que sus meditaciones. El equipo lo corteja como a una deidad, mientras él se dedica a sus «asuntos personales» y a sus amigos con cáncer.
Terry Bradshaw, con su brutal honestidad, lo llamó una «broma». Y tiene razón. ¿Traer a un tipo de 41 años, que no se compromete y que preferiría «masticar corteza» en California? Es la desesperación de una franquicia que, tras el fracaso de Kenny Pickett, busca un salvador, aunque este venga con fecha de caducidad y una agenda personal más densa que un libro de filosofía. Los Steelers se están metiendo en un lío «de su propia creación».
La prolongada saga de Aaron Rodgers y los Steelers es un síntoma de la desesperación de las franquicias de la NFL por encontrar un «salvador» en la posición de quarterback, incluso si eso significa perseguir a un jugador de 41 años con una agenda personal compleja y sin un compromiso claro.
La crítica de Bradshaw subraya cómo esta búsqueda de soluciones rápidas puede llevar a decisiones irracionales y a la creación de una «comedia» pública que afecta la seriedad del equipo. La capacidad de Rodgers para mantener a una franquicia de la NFL en un «limbo» durante meses demuestra el inmenso poder que tienen las superestrellas sobre las organizaciones en el deporte moderno.
Esto erosiona la autoridad de la directiva y el cuerpo técnico, forzándolos a esperar la voluntad de un solo jugador, lo que puede afectar la planificación, la moral del equipo y la percepción de liderazgo.
El efecto dominó: Salidas clave y sus consecuencias silenciosas
La NFL ha visto salidas significativas de jugadores clave con un «gran impacto» en sus antiguos equipos. Ejemplos incluyen Joe Thuney (Chiefs a Bears), cuya salida dejó la línea ofensiva de Kansas City como «punto débil» ; Joey Bosa (Chargers a Bills), que «quita parte del mordisco» a la defensa de los Chargers ; Rico Dowdle (Cowboys a Panthers), un corredor de 1,000 yardas no retenido por Dallas ; y Zack Martin (Cowboys, retiro), una «leyenda» irremplazable. Derek Carr (Saints, retiro) dejó a los Saints con «incertidumbre» en el QB.
En la NFL, cada salida de un jugador clave es un agujero que los equipos intentan tapar con parches baratos o promesas vacías. La partida de Joe Thuney dejó a los Chiefs con una línea ofensiva más débil que un café de máquina. Los Chargers perdieron el «mordisco» de Joey Bosa, y ahora su defensa es tan intimidante como un chihuahua. Los Cowboys dejaron ir a Rico Dowdle, un corredor de 1,000 yardas, para reemplazarlo con un «combo» que «no mueve la aguja». Y el retiro de Zack Martin, una «leyenda,» es un golpe que no se cura con un draft. Es el efecto dominó de la codicia y la mala gestión: una pieza se cae, y todo el edificio se tambalea.
Los ejemplos de salidas de jugadores clave y sus consecuencias (líneas ofensivas debilitadas, defensas menos efectivas, falta de producción en el backfield) ilustran la extrema fragilidad de la construcción de plantillas en la NFL, especialmente bajo las restricciones del límite salarial. Los equipos se ven obligados a tomar decisiones difíciles, a menudo sacrificando la profundidad o la calidad en una posición para mantener a otra, lo que crea «puntos débiles» que pueden ser explotados.
La dificultad para reemplazar a jugadores como Thuney o Martin sugiere que las franquicias a menudo subestiman el «valor silencioso» o intangible de ciertos atletas – su liderazgo, su versatilidad, su consistencia – hasta que se van. Esto lleva a decisiones de personal que, aunque lógicas en papel (por ejemplo, por restricciones salariales), tienen un impacto desproporcionado en el rendimiento del equipo, revelando que el talento individual no siempre es fácilmente replicable y que la química del equipo es un factor crucial y subestimado.
Tabla: Mercado de mariscales: Drama y disparates en la NFL 2025
| QB | Equipo Actual/Rumoreado | Estado | Implicación Financiera | Drama/Controversia |
|—|—|—|—|—|
| Kirk Cousins | Atlanta Falcons (busca traspaso) | Contrato masivo, busca salida | «Sunk cost,» $37.5M garantizados | Distracción en OTAs, afecta desarrollo de Penix Jr. |
| Aaron Rodgers | Pittsburgh Steelers (rumor) | Libre agente, no se compromete | Contrato no firmado, «joke» (Bradshaw) | Limbo para Steelers, «agenda personal,» Críticas de leyendas |
| Russell Wilson | New York Giants (partida de Steelers) | Salida «incierta» de Steelers | Impacto en la incertidumbre de QB de Steelers | Incierto rol a largo plazo |
Esta tabla centraliza el volátil mercado de quarterbacks en la NFL, destacando no solo los movimientos de jugadores, sino también las implicaciones financieras masivas y el drama humano y mediático que rodea a cada decisión. Permite al lector visualizar la «comedia de los contratos» y la desesperación de las franquicias.


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