La historia de amor entre Javier «Chicharito» Hernández y Chivas se está convirtiendo en una pesadilla. Una nueva lesión lo deja fuera, y la pregunta es inevitable: ¿se ha convertido el hijo pródigo en el fichaje más decepcionante y costoso de la historia reciente del club?
El regreso de Javier «Chicharito» Hernández a las Chivas de Guadalajara fue vendido como un cuento de hadas: el hijo pródigo volvía a casa para cerrar su carrera con broche de oro. Sin embargo, la realidad se ha teñido de frustración y partes médicos. Una nueva lesión, esta vez un golpe en la nariz durante la pretemporada, lo ha dejado fuera de la Copa por el Bienestar, sumando otro capítulo a un historial clínico que empieza a ser alarmante y muy, muy costoso.
Un historial médico que no cesa
El problema de Chicharito no es esta última lesión; es el patrón que revela. Desde su llegada a principios de 2024, su paso por el club ha estado más marcado por sus visitas a la enfermería que por sus goles en la cancha.
- Llegada: Se perdió las primeras 8 jornadas del Clausura 2024 mientras completaba la rehabilitación de una rotura de ligamento cruzado sufrida en el LA Galaxy.
- Lesiones recurrentes: A lo largo de los meses, ha sufrido problemas de tobillo, molestias estomacales y lesiones musculares en el aductor y el bíceps femoral.
- Pretemporadas incompletas: Su preparación para los torneos ha sido constantemente interrumpida. Reportó tarde a una pretemporada por una intervención quirúrgica personal y ahora se pierde otra por este golpe. En total, sería el tercer semestre consecutivo sin completar la preparación con el equipo.
Esta falta de continuidad ha afectado directamente su rendimiento. En 28 partidos disputados, solo ha logrado marcar dos goles, una cifra muy pobre para el fichaje estrella y el jugador mejor pagado de la plantilla.
El costo de la nostalgia: Un negocio redondo… para el Jugador
El fichaje de Chicharito fue un éxito comercial rotundo para Chivas. Se vendieron abonos, se agotaron camisetas de edición especial y la marca del club se revalorizó. Pero, ¿a qué costo deportivo y financiero?
Con un salario estimado de 3 millones de dólares anuales, cada día de inactividad de Hernández representa un gasto enorme para el club. Un análisis financiero estima que el jugador ha ganado cerca de 820,000 dólares (casi 16 millones de pesos) mientras ha estado lesionado, una cifra que sigue aumentando con cada nueva baja. La afición, que al principio lo recibió como un ídolo, empieza a mostrar su hartazgo, sintiendo que el club pagó por un nombre y no por un rendimiento.
«La preocupación no solo es médica, sino también deportiva, ya que Chivas necesita referentes en plenitud, no en recuperación constante», señala un análisis sobre su situación, reflejando la creciente impaciencia en el entorno rojiblanco.
El Veredicto del juez: Un fichaje guiado por el corazón y no por la cabeza
El regreso de Chicharito a Chivas es un caso de estudio sobre los peligros de los fichajes sentimentales. La directiva apostó por la nostalgia y el marketing, y aunque en ese aspecto fue un éxito, en lo deportivo se ha convertido en un fracaso estrepitoso.
El veredicto es duro pero claro: Chivas fichó a un exjugador, a una leyenda en el ocaso de su carrera, y está pagando el precio. La historia de Javier Hernández es un recordatorio de que en el fútbol profesional, la jerarquía y el pasado no son garantía de nada si el físico no acompaña. Chicharito está atrapado en una jaula de oro, y Chivas está pagando una factura millonaria por un sueño que, hoy por hoy, parece roto.


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