En Udine, Italia, se registraron incidentes al final de una marcha pro-palestina cuando un grupo de manifestantes intentó dirigirse hacia el estadio Bluenergy, donde se disputaba el partido Italia-Israel correspondiente a las clasificaciones para el Mundial 2026.
Intervención policial y medidas de control
La policía antidisturbios dispersó a los manifestantes utilizando cañones de agua, tras detectar que algunos participantes intentaban salir de la zona autorizada para la marcha.
Se reportaron lanzamientos de petardos y bengalas, lo que obligó a las fuerzas de seguridad a desplegar vehículos y reforzar el control.
El operativo contó con más de mil policías y militares, además de helicópteros y drones que vigilaban desde el aire, asegurando que la mayor parte de la manifestación se mantuviera dentro de los límites establecidos.
Desarrollo de la marcha
La manifestación pro-palestina, que reunió a varios miles de personas, se llevó a cabo de forma principalmente pacífica.
Los participantes desfilaron con banderas palestinas y pancartas que denunciaban la muerte de niños y mostraban tarjetas rojas simbólicas “contra el genocidio”.
Aunque el alto el fuego en Gaza y el intercambio de rehenes entre Israel y Hamas se habían anunciado el lunes, la determinación de los manifestantes permaneció intacta, con alrededor de 10 mil personas previstas en la localidad.
Seguridad alrededor del estadio
Para garantizar la seguridad del partido, se instalaron puestos de control alrededor del estadio Bluenergy, y los espectadores tuvieron que pasar barreras de hormigón y detectores de metales antes de ingresar.
El encuentro entre Italia e Israel es clave para las aspiraciones de la selección italiana de clasificar directamente al Mundial 2026.
Italia ocupa actualmente el segundo lugar de su grupo, a seis puntos de Noruega y tres por delante de Israel, aunque ha jugado un partido menos que estos equipos. Solo los campeones de cada grupo tienen garantizado un boleto directo a la competición.
Exigencias y reclamos de los organizadores
El Comité Udine por Palestina, junto con otros cuatro colectivos, convocó la marcha y recibió apoyo de más de 340 grupos activistas de toda Italia.
Los organizadores hicieron un llamado a la FIFA para que excluya a Israel de las competiciones internacionales, argumentando paralelos con la exclusión de Rusia tras la invasión de Ucrania en 2022.
Un representante del comité declaró: “Estamos contentos de que los bombardeos hayan cesado, pero nuestro mensaje va más allá de Gaza: nos oponemos a la política de ocupación y apartheid que afecta a todos los palestinos”.
Contexto deportivo y social
El partido Italia-Israel tiene importancia deportiva y política, ya que el grupo de clasificación es muy competitivo y cualquier resultado puede afectar las posibilidades de Italia de asegurar un lugar directo en el Mundial 2026.
Por su parte, la manifestación en Udine refleja la tensión social en Europa en torno al conflicto palestino-israelí y muestra cómo los eventos deportivos internacionales a veces se cruzan con expresiones de protesta y reclamos de derechos humanos.
Esta combinación de manifestaciones masivas y seguridad reforzada resalta los desafíos que enfrentan las autoridades para garantizar el orden público y permitir que se desarrollen tanto eventos deportivos como movilizaciones civiles pacíficas.


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