Lando Norris, campeón de F1, es el nuevo monarca de la máxima categoría, y su decisión de portar el dorsal número uno en la próxima temporada subraya su nuevo estatus. Si bien Norris logró asegurar su primer título mundial en la intensa carrera final de Abu Dabi, persiste la sensación de que su coronación pudo haberse concretado mucho antes.
No obstante, que la lucha por el campeonato se extendiera hasta el último evento no supuso un problema para los intereses comerciales de la Fórmula 1. La emoción y la incertidumbre mantuvieron la atención global hasta el final.
Diversos factores influyeron en este desenlace tardío de Lando Norris. Algunos se originaron en errores estratégicos o técnicos de su equipo, McLaren, mientras que otros fueron resultado directo de la mala suerte en pista. Sin embargo, es justo reconocer que el propio Norris tampoco estuvo exento de fallas a lo largo de la temporada.
El piloto británico experimentó ciertas dudas al inicio del año, particularmente durante las sesiones de clasificación de los sábados. Esta irregularidad lo llevó a una profunda introspección con el fin de rescatar sus opciones reales al campeonato.
Un comienzo de temporada prometedor con una victoria dominante en Australia se vio rápidamente opacado por una secuencia de errores y actuaciones poco consistentes. Estos fallos ocurrieron principalmente en las primeras carreras fuera del continente europeo.
Los problemas en clasificación en China, Bahréin y Arabia Saudita le costaron rápidamente el liderato de la tabla general. Fue su compañero de equipo, Oscar Piastri, quien tomó la delantera en la contienda por el título gracias a la consistencia.
El error más costoso y doloroso para el británico, Lando Norris, fue el ocurrido en Yeda. Su impacto contra el muro en la Q3 le relegó a una posición de salida muy desfavorable en la parrilla de partida.
Este incidente en Arabia Saudita precipitó los acontecimientos que consolidaron a Piastri como el principal contendiente en la fase inicial de la temporada. Lando Norris necesitaba un cambio de enfoque urgente.
Más allá de su análisis personal y la introspección fuera de la pista, McLaren introdujo pequeñas modificaciones. Para el Gran Premio de Canadá se implementó un ajuste en la suspensión.
Esta alteración fue una respuesta directa a las quejas de los pilotos respecto a un tren delantero que sentían «insensible». Aunque Piastri no mostró interés en modificar el set-up, Norris buscaba una mejor sensación.
Lando Norris obtuvo una pizca más de feedback en el eje delantero, pero en Montreal se perdieron puntos cruciales. Esto ocurrió tras un choque desafortunado con su compañero Piastri en las vueltas finales de la carrera.
Tras hurgar en lo más profundo de su rendimiento y ajustar su estrategia para los sábados, los resultados positivos comenzaron a llegar. La racha de victorias de Lando Norris, campeón de F1, se inició en Austria.
Una secuencia de alto rendimiento, que incluyó tres victorias en tan solo cuatro carreras, se vio beneficiada por una combinación de suerte. También fue ayudada por errores cometidos por otros pilotos de la parrilla.
Por ejemplo, Piastri perjudicó sus propias opciones en el Gran Premio de Silverstone bajo la aparición del coche de seguridad debido a la lluvia. Norris, inteligentemente, aprovechó una estrategia de una sola parada.
Esa parada única le permitió lograr una importante y necesaria victoria en Hungría. Esta racha favorable se detuvo de forma abrupta en Zandvoort.
Un fallo mecánico, concretamente una fuga de aceite, lo forzó a abandonar la carrera en Países Bajos. Posteriormente, perdió otra oportunidad crucial en Bakú.
En Azerbaiyán, la debacle de Piastri, quien tuvo un fin de semana para el olvido, no pudo ser capitalizada por Lando Norris. A pesar de estos contratiempos, la temporada estaba lejos de terminar.
La remontada de Lando Norris, campeón de F1, en la recta final
Aun con todo, Lando Norris, campeón de F1, recuperó el liderato del campeonato mundial en México. Lo hizo con un fin de semana impecable.
Mientras Norris volvía a la cima del rendimiento, Piastri entró en su propio período de dificultades y falta de resultados importantes. El título pudo haberse sentenciado mucho antes.
De hecho, el campeonato habría quedado matemáticamente asegurado en Qatar. Esto incluso a pesar de los frecuentes errores de McLaren en las paradas en boxes que le costaron tiempo valioso.
La definición se alargó por la doble descalificación que sufrió el equipo de Woking en Las Vegas. La razón fue un desgaste excesivo en la plancha inferior del monoplaza.
Las ocasionales muestras de despilfarro de puntos y oportunidades por parte de McLaren permitieron que el experimentado Max Verstappen se acercara. El neerlandés encadenó una serie de carreras de gran nivel.
Verstappen se metió con fuerza en la lucha por el título mundial. Lando Norris merece un reconocimiento considerable por su capacidad para revertir su forma inicial.
El trabajo de introspección y el ajuste técnico le permitieron sobreponerse a la adversidad. Pudo cerrar finalmente el campeonato con la madurez que se espera de un futuro campeón.
La consistencia en la segunda mitad de la temporada y la habilidad para manejar la presión fueron la clave. Al final, el triunfo de Lando Norris, campeón de F1, fue merecido.
Factores que prolongaron el triunfo de Lando Norris
Los errores propios y del equipo, como los fallos en clasificación y las penalizaciones, fueron cruciales. Estos incidentes evitaron que el campeonato se definiera con varias carreras de antelación.
La doble descalificación en Las Vegas, por ejemplo, fue un golpe duro que borró puntos vitales. De no ser por esos incidentes, la celebración habría sido en el gran premio anterior.
El factor Piastri también fue determinante al principio. Su desempeño consistente puso mucha presión sobre su compañero.
La habilidad de Norris para reponerse a estos reveses demostró su temple. Demostró que estaba listo para el desafío de ser campeón mundial.


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