jueves, diciembre 25, 2025

El Miedo de Emma Raducanu es el de Todas

No es un fan. Es un acosador. Y la amenaza sobre Emma Raducanu es real y aterradora. Su caso pone en el banquillo no solo a un individuo, sino a una sociedad que normaliza el acoso y deja desprotegidas a las mujeres en el deporte.

El deporte de élite debería ser un escenario de talento y competencia, no de miedo y vulnerabilidad. Sin embargo, el último capítulo en la pesadilla de Emma Raducanu con su acosador demuestra lo contrario. El individuo, que ya tenía una orden de alejamiento, ha sido descubierto intentando conseguir entradas para Wimbledon, reavivando el terror de la joven tenista británica y exponiendo las grietas del sistema que debería protegerla.

Este tribunal no juzga un simple intento de compra de entradas, sino un acto de intimidación que representa una grave amenaza y un síntoma de un problema mucho mayor: la violencia de género en el deporte.

Las Pruebas del Acoso Continuado

El historial de este individuo es escalofriante y demuestra una fijación peligrosa:

 * El Incidente de Dubái: Durante el torneo de Dubái, el acosador fue expulsado de las gradas tras provocar que Raducanu rompiera a llorar en pleno partido. La tenista confesó que «apenas podía respirar» y «no podía ver la pelota a través de las lágrimas» debido a la angustia que le provocó la presencia del hombre, quien ya la había abordado fuera de la pista en dos ocasiones.

 * El Intento de Infiltración en Wimbledon: A pesar de la orden de alejamiento y de haber sido identificado por las autoridades del tenis, el hombre intentó acceder al sorteo público de entradas para Wimbledon. Afortunadamente, los sistemas de seguridad del All England Club detectaron su nombre y bloquearon el intento.

 * El Impacto Psicológico: Raducanu ha admitido que, a raíz de estos incidentes, vive en un estado de alerta constante. «Ahora siempre estoy muy consciente y ya no hago las cosas sola. Siempre estoy con alguien y siempre vigilada», confesó.

Un Veredicto contra la Indiferencia

El caso de Emma Raducanu no es único. Es un ejemplo visible de un problema que afecta a innumerables mujeres, dentro y fuera del deporte. El acoso, o «criminal harassment», es una forma de violencia de género que afecta a 1 de cada 6 mujeres en países como Canadá y que a menudo es minimizada o malinterpretada por la sociedad.

La reacción inicial en Dubái, aunque terminó con la expulsión del individuo, fue criticada por su lentitud. La propia Raducanu sintió que «podría haberse gestionado mejor». Esto pone de manifiesto la necesidad de que los circuitos ATP y WTA, así como los organizadores de torneos, refuercen sus protocolos de seguridad y tomen una postura de tolerancia cero ante cualquier tipo de acoso.

Proteger a Emma Raducanu no es solo proteger a una tenista. Es proteger el derecho de todas las mujeres a vivir y competir sin miedo.

Giovanna Cancino
Giovanna Cancino
Giovanna Cancino es una experimentada profesional de la comunicación, Licenciada en Ciencias y Técnicas de la Comunicación. Con más de una década de trayectoria en medios impresos y digitales, se ha consolidado como reportera y editora. Su profundo conocimiento se refleja en sus colaboraciones en la sección deportiva 'Sport Judge', así como en las importantes secciones Nacional e Internacional, asegurando una cobertura fiable y relevante para nuestros lectores.
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