El fútbol mexicano vuelve a estar en el ojo del huracán, no por un gol espectacular ni por una jugada polémica, sino por un tema que preocupa cada vez más a la afición: la violencia en los estadios. Esta vez, el foco está en el Estadio BBVA, casa de los Rayados de Monterrey, donde una aficionada del Pachuca ha denunciado que su padre y hermano fueron brutalmente agredidos tras el partido del pasado domingo.
Lo que más ha indignado a la afición y a la opinión pública no es solo la agresión en sí, sino la presunta indiferencia del personal de seguridad del estadio, quienes, según la denunciante, se negaron a ayudar a los afectados.
Un partido intenso que dejó secuelas fuera del campo
El encuentro entre Monterrey y Pachuca terminó con un 2-1 a favor de los Rayados. Fue un partido lleno de intensidad, con jugadas cerradas y decisiones arbitrales que encendieron los ánimos en la tribuna. Pero lo peor llegó después del silbatazo final, cuando, según el testimonio de Brenda, una aficionada del Pachuca, su familia fue atacada sin motivo aparente mientras se dirigían a su automóvil.
«Mi papá y mi hermano salieron del estadio con la playera del Pachuca y fueron agredidos por aficionados de Rayados. Se acercaron a pedir ayuda a la seguridad del estadio y les negaron el apoyo», escribió Brenda en Twitter.
¿Falla de seguridad en el BBVA?
El Estadio BBVA, inaugurado en 2015 y considerado uno de los más modernos de Latinoamérica, cuenta con cámaras de vigilancia, personal de seguridad y protocolos para garantizar la integridad de los asistentes. Sin embargo, este caso pone en duda la efectividad de dichas medidas.
No es la primera vez que un incidente de violencia ocurre en las inmediaciones de un estadio de la Liga MX. En marzo de 2022, la tragedia en el Estadio La Corregidora durante el Querétaro vs. Atlas expuso la fragilidad de los operativos de seguridad en el fútbol mexicano.
Ahora, este nuevo episodio reabre el debate: ¿son suficientes las medidas actuales para garantizar la seguridad en los estadios?
La reacción de la Liga MX y el silencio de Rayados
Hasta el momento, el Club de Futbol Monterrey no ha emitido una postura oficial sobre la denuncia. Por otro lado, la Liga MX ha informado que está investigando el caso para determinar qué medidas se tomarán.
Este tipo de situaciones afectan no solo a los equipos involucrados, sino a toda la industria del fútbol. La percepción de inseguridad podría desalentar a los aficionados a asistir a los estadios, lo que impactaría en la venta de boletos y la experiencia de los asistentes.
¿Qué sigue? Medidas urgentes contra la violencia en el fútbol
Para evitar que estos incidentes se repitan, la Liga MX y los clubes deben implementar estrategias efectivas:
- Reforzar la seguridad en estadios y alrededores con más vigilancia y mejores protocolos de acción.
- Capacitar al personal de seguridad para atender emergencias y proteger a los aficionados sin distinción de colores.
- Sancionar ejemplarmente a los responsables de actos violentos, ya sean aficionados o personal del estadio.
- Promover campañas de sensibilización para erradicar la violencia en el fútbol.
Un llamado a la acción
La denuncia de Brenda y la agresión sufrida por su familia deben tomarse con la seriedad que ameritan. No se trata solo de un incidente aislado, sino de un problema estructural que la Liga MX debe abordar de manera urgente.
La pasión por el fútbol no puede convertirse en un pretexto para la violencia. Si los clubes y las autoridades no toman cartas en el asunto, el mensaje que se envía es claro: la seguridad del aficionado no es prioridad. Y eso, en un deporte que vive de su gente, es un grave error.
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