Checo Pérez habla sin filtros: “Red Bull se arrepiente de haberme dejado ir”
Una salida que marcó el inicio del caos en la escudería campeona
La Fórmula 1 siempre ha sido un mundo de decisiones rápidas, estrategias precisas y emociones extremas. Pero pocas veces una escudería tan dominante como Red Bull ha vivido una temporada tan caótica como la actual. Todo comenzó con una decisión que ahora pesa en los pasillos del paddock: la salida de Sergio “Checo” Pérez.
El piloto mexicano, quien fue clave en la conquista de múltiples títulos de constructores junto a Max Verstappen, fue sustituido para la temporada 2024 por Liam Lawson. Una apuesta que terminó en desastre tras apenas dos carreras. Luego vino Yuki Tsunoda, quien tampoco ha logrado estabilizar un equipo que se desmorona carrera tras carrera.
“Sé que están arrepentidos… y lo sé de buena fuente”
Checo rompe el silencio en entrevista exclusiva
En una reciente charla para el pódcast Desde el Paddock, Checo Pérez decidió hablar claro. Sin resentimientos, pero con contundencia. Reconoció que su salida de Red Bull fue el resultado de una presión innecesaria generada dentro del mismo equipo, y dejó una frase que resonó en toda la parrilla:
“Yo sé que muy en el fondo están arrepentidos… y lo sé de muy buena fuente.”
Lejos de exigir disculpas, el tapatío entiende que el automovilismo es así: “No me deben una disculpa. El deporte es así. Se tomaron decisiones bajo presión”.
Y aunque confesó que, en otro universo, volvería a Red Bull, también aceptó que esa posibilidad es remota: “En un multiverso, quizá… pero es muy complicado”.
¿Fue justa su salida? Checo lo admite con madurez
Cuando se le preguntó si su salida fue justa, Checo hizo una breve pausa y respondió con honestidad:
“Si la ves ahora… sí.”
No hubo rencor. Solo una mirada realista de la situación. El mexicano reconoce que las decisiones se tomaron en un contexto complejo, pero al mirar atrás con perspectiva, encuentra sentido en lo ocurrido.
Red Bull en crisis: sin rumbo tras dejar ir al tapatío
Desde su salida, el equipo austriaco no ha sido el mismo. La llegada de Liam Lawson fue un experimento fallido y la continuidad de Tsunoda no ha traído resultados. El equipo atraviesa una de sus peores temporadas en años, con errores estratégicos, fallos en boxes y una evidente pérdida de competitividad.
Para muchos, el desequilibrio en la estructura comenzó con la salida de Checo. Él no solo era el segundo piloto; era un pilar emocional, un respaldo táctico y un factor clave en la armonía del equipo.
“No me alegra verlos mal. Quiero lo mejor para Max”
El respeto intacto entre excompañeros
Lejos de lo que algunos medios especulan, Checo dejó claro que no disfruta el mal momento que vive su exescudería. Por el contrario, mostró empatía y afecto hacia sus antiguos colegas, especialmente hacia Max Verstappen:
“La gente piensa que me da gusto (que les vaya mal), pero para nada. Max se merece todo el éxito… muy pocos conocen la forma en que trabaja.”
Checo también recordó con nostalgia lo que fue Red Bull en su mejor momento: “Teníamos un equipazo, que poco a poco se fue derrumbando”.
Un adiós que sigue dejando huella
La salida de Checo Pérez no fue solo un cambio de piloto, fue un punto de quiebre. Red Bull no ha logrado recomponerse y su crisis actual parece dar la razón a quienes señalaban que el mexicano era mucho más que un simple número dos.
Checo, por su parte, ha demostrado madurez, profesionalismo y respeto. No necesita volver para validar su legado. Ya dejó su huella. Y ahora, desde otro volante, sigue corriendo con la frente en alto.


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