Una final que confirmó la grandeza de Alcaraz
La noche en Nueva York se llenó de historia cuando Carlos Alcaraz levantó el trofeo del US Open por segundo año consecutivo. Con parciales de 6-2, 3-6, 6-1 y 6-4, el murciano volvió a derrotar a Jannik Sinner, su gran rival generacional, en una batalla que reflejó la esencia del tenis moderno: potencia, resistencia y nervios de acero.
El español fue el primero en imponer condiciones. En el primer set, rompió dos veces el saque de Sinner y lo dominó con autoridad para cerrar 6-2. El público ya veía señales de un partido desequilibrado, pero el tenis nunca se rinde tan fácil.
Sinner mostró carácter y rompió la racha del campeón
En el segundo set, el italiano reaccionó con valentía. Elevó su nivel, aprovechó los errores de Alcaraz y se colocó 4-1 arriba. Finalmente, se llevó el parcial 6-3, cortando una racha histórica de 22 sets consecutivos ganados por el murciano en este US Open. Sinner celebró el momento como un triunfo parcial: era el primer jugador en hacer tambalear al campeón en todo el torneo.
El tercer set fue una lección de dominio
Cuando parecía que el partido se inclinaba hacia un pulso más largo, Carlos Alcaraz recuperó la versión que lo ha llevado a ser considerado heredero de los grandes nombres de la historia. Con saques potentes y devoluciones agresivas, arrasó con Sinner para firmar un 6-1 que dejó sin aliento al estadio. Era la primera vez desde el Masters 1000 de Roma que el italiano cedía un set por tanta diferencia, cortando una racha de 78 parciales sin caídas tan amplias.
El cuarto set y la sentencia de un campeón
La tensión se apoderó de la Arthur Ashe en el cuarto set. Sinner intentó resistir, pero sus propios errores le pasaron factura. Una doble falta y un par de imprecisiones no forzadas le entregaron el saque a Alcaraz. El murciano no perdonó: con 6-4 selló su victoria y escribió un nuevo capítulo dorado en su joven pero ya legendaria carrera.
Un lugar en la historia del tenis mundial
Con este triunfo, Carlos Alcaraz alcanzó su sexto título de Grand Slam, igualando a leyendas como Boris Becker y Stefan Edberg, y quedando a solo uno de John McEnroe y Richard Sears. Además, rompió una sequía de más de 15 años en el US Open: ningún tenista había sido bicampeón desde Roger Federer en 2008.
La rivalidad con Jannik Sinner también se consolida como una de las más emocionantes de la era actual. En 15 enfrentamientos, Alcaraz lleva ventaja de 10-5, y en finales de Grand Slam la balanza queda 2-1 a favor del español.
El legado de un campeón en ascenso
Más allá de los números, la historia de Carlos Alcaraz es la de un joven que con apenas 21 años ya escribe capítulos que lo colocan entre los más grandes del tenis. Su capacidad de adaptación, su fortaleza mental y su espíritu competitivo lo convierten en el rostro de la nueva generación que toma el relevo de Federer, Nadal y Djokovic.
En Nueva York, el murciano no solo defendió un título, sino que confirmó que su nombre ya está grabado en las páginas más importantes de la historia del deporte.


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