El tema de la Barcelona deuda millonaria resurgió con fuerza después de que Uli Hoeness, presidente de honor del Bayern Munich, arremetiera contra la gestión financiera del conjunto azulgrana.
Las declaraciones tuvieron lugar durante una entrevista en el podcast ‘OMR’, donde el exdirectivo alemán aseguró que la situación económica del Barcelona es “absurda e intolerable”, y que con un pasivo superior a los 1,300 millones de euros, el club no podría competir en la Primera División de ningún país.
Hoeness señaló que, en cualquier liga con estrictos controles financieros, el problema de Barcelona deuda habría derivado en sanciones severas, e incluso en la imposibilidad de obtener licencia para participar. En su opinión, la permisividad que rodea la situación financiera del club catalán es un problema serio para la transparencia del fútbol europeo.
El directivo alemán fue enfático al afirmar que “aquí no pasa nada”, pese al enorme pasivo que arrastra el Barcelona desde hace años. Sus palabras llegan en un momento en el que Joan Laporta celebra el regreso al Spotify Camp Nou, el buen momento de juego del equipo y la supuesta mejora en la salud económica de la institución. Sin embargo, para Hoeness y otros críticos, la realidad contable del club está lejos de reflejar estabilidad.
Las duras críticas del presidente de honor del Bayern contrastan con el optimismo mostrado por Laporta, quien destaca avances importantes desde su retorno a la presidencia. A pesar de ello, expertos y opositores al proyecto azulgrana consideran que la Barcelona deuda sigue siendo un obstáculo mayúsculo para el futuro financiero del club.
“Es absurdo e intolerable”: el señalamiento más duro contra el Barça
Uno de los puntos que más destacó Hoeness en su intervención fue la falta de rigor financiero en el modelo de gestión del Barcelona. Para él, la Barcelona deuda millonaria es consecuencia de decisiones arriesgadas y maniobras contables que no podrían sostenerse en una liga como la alemana, donde las auditorías y regulaciones financieras impedirían operar con un déficit tan elevado.
El dirigente comparó el modelo económico del Barça con el del Bayern Munich, al que consideró un ejemplo de estabilidad, responsabilidad financiera y éxito deportivo sin comprometer el futuro de la institución. Subrayó que la base del club bávaro es un criterio económico sólido, alejado de prácticas de riesgo como las famosas “palancas” utilizadas por el Barça para poder fichar jugadores en años recientes.
Según Hoeness, un club con una deuda tan elevada estaría automáticamente descalificado de competir en ligas donde el control financiero es estricto, como la Bundesliga. En su visión, el modelo del Barcelona no es sostenible a largo plazo y podría llevar a la institución a una crisis aún más profunda si no se corrige de inmediato.
Barcelona deuda millonaria y su modelo de gestión
Además, el histórico directivo alemán enfatizó que el manejo económico responsable es la clave de la estabilidad deportiva. Para él, los clubes deben evitar depender de maniobras financieras arriesgadas para mantenerse competitivos.
Las declaraciones de Hoeness se suman a una larga lista de críticas hacia la administración actual del Barcelona. Aunque Laporta defiende su proyecto como un proceso de reconstrucción, figuras influyentes del fútbol europeo no dejan de cuestionar el camino elegido y los riesgos que implica para el futuro del club.
La polémica no solo ha generado reacciones en Alemania, sino también en España, donde analistas financieros y exdirectivos han comenzado a evaluar las afirmaciones de Hoeness. Algunos coinciden en que la Barcelona deuda millonaria es un problema que debe atenderse con mayor transparencia, especialmente ante una afición que ha recibido mensajes contradictorios sobre la salud económica del club.
Varios especialistas indican que, aunque Laporta ha logrado generar ingresos mediante nuevas alianzas comerciales y el regreso al remodelado estadio, esto no elimina la urgencia de reducir el pasivo. En contraste, otros defienden que el tema de Barcelona deuda es una parte y que por otra está en un proceso de reconstrucción complejo, pero con bases sólidas para recuperar su estabilidad en los próximos años.
Mientras tanto, en Alemania, la postura de Hoeness también ha generado debate. Algunos clubes de la Bundesliga comparten su preocupación, pues consideran que permitir una deuda tan elevada distorsiona la competencia entre equipos europeos. La pregunta principal que se plantea es si deberían existir regulaciones unificadas en Europa para evitar diferencias tan marcadas en los controles financieros.
Lo cierto es que la situación de Barcelona deuda coloca nuevamente al club bajo presión mediática y financiera. La discusión continuará mientras el club busca equilibrar su economía sin comprometer su competitividad deportiva.


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