El sueño del tetracampeonato se hizo añicos para el Club América, y con él, la aparente armonía del vestidor. La derrota ante Toluca ha destapado una crisis con culpas, frustración y un futuro inmediato muy oscuro.
El Estadio Nemesio Diez fue testigo el pasado domingo no solo de la coronación del Toluca como campeón del Clausura 2025 de la Liga MX, sino también del doloroso derrumbe del Club América y el inicio de lo que se perfila como una profunda crisis interna.
La derrota por 2-0 en el global (tras un 0-0 en la ida) no solo significó el fin de una racha de tres títulos consecutivos y la frustración del anhelado tetracampeonato, sino que también parece haber abierto la caja de Pandora de un vestidor que ahora hierve en frustración y busca responsables.
Un equipo «abatido» y un técnico bajo fuego
Las crónicas post-partido pintan un cuadro desolador. Se habla de un equipo «abatido» y «deflactado», un sentimiento palpable en las lágrimas y los rostros de varios jugadores. Alejandro Zendejas fue captado «desconsolado y molesto» tras el pitazo final, necesitando el consuelo de sus compañeros.
Álvaro Fidalgo, mediocampista clave, admitió la dureza del golpe: «Es realmente duro para todos porque nadie pensó que saldríamos antes de llegar aquí. Cuando ganas tanto, a veces olvidas este sentimiento, este sentimiento horrible, y ahora, sí, estamos muy decepcionados».
En este ambiente de desolación, las miradas acusadoras no han tardado en dirigirse hacia el banquillo. El técnico André Jardine, quien había llevado al equipo a la gloria en torneos anteriores, ahora se encuentra en el ojo del huracán. Leyendas del fútbol mexicano como Jared Borgetti no han dudado en señalarlo: «Jardine fue arrogante jugando una serie contra Cruz Azul (en referencia a la semifinal de Concacaf Champions Cup donde también cayeron) sin un delantero centro.
Eso fue un error… Jardine es en gran parte responsable». El propio Jardine, en la conferencia posterior a la final de ida, había reconocido una «falta de claridad en el último tercio», palabras que ahora resuenan con más fuerza. La etiqueta de «fracaso» ha sido rápidamente adherida al resultado por analistas y un sector de la afición, una palabra que en un club de la exigencia del América, duele profundamente.
Tensión en el campo y la sombra del mundial de clubes
La tensión no solo se vivió tras el partido. Durante la propia final, se produjo una «bronca» con manotazos y empujones entre jugadores de ambos equipos, un síntoma de la crispación y la presión que se vivía en el terreno de juego. Este tipo de incidentes a menudo reflejan un nerviosismo que puede tener raíces más profundas en la dinámica interna del equipo.
Para agravar la situación, el América no tiene tiempo para lamerse las heridas. El próximo sábado 31 de mayo, apenas unos días después de la debacle, deben enfrentar al LAFC en Los Ángeles en un partido único que otorga el último boleto al Mundial de Clubes de la FIFA 2025.
La necesidad de «cambiar el chip» es imperativa, pero ¿cómo se levanta un vestidor anímicamente destrozado y con fisuras internas evidentes en tan poco tiempo? El riesgo de que la crisis actual contamine este compromiso crucial es altísimo. La exclusión de Club León del Mundial de Clubes por irregularidades de multipropiedad, confirmada por el TAS, es lo que abrió esta inesperada puerta para las Águilas.
Claves de la crisis azulcrema:
- Peso de la historia fallida: No alcanzar el tetracampeonato ha sido un golpe devastador para la moral.
- Liderazgo cuestionado: La figura de André Jardine está siendo duramente criticada.
- Frustración visible: Las reacciones de los jugadores evidencian un profundo malestar.
- Presión inmediata: El playoff del mundial de clubes no permite margen para la recuperación anímica.
El mensaje oficial vs. la realidad del vestidor
Oficialmente, el club ha intentado proyectar una imagen de unidad y resiliencia. Un mensaje en redes sociales afirmaba: «Grande no se nace, se hace todos los días. Un tricampeonato. Cuatro finales consecutivas. Y vamos por más. La grandeza no está asegurada, nunca dejemos de buscarla». Sin embargo, estas palabras contrastan con los reportes de un ambiente cargado y la búsqueda de culpables que parece haberse desatado internamente.
«Cuando ganas tanto, a veces olvidas este sentimiento – este sentimiento horrible – y ahora, sí, estamos muy decepcionados.» – Álvaro Fidalgo, jugador del Club América
La implosión del Club América es un drama en pleno desarrollo. Lo que suceda en los próximos días, tanto en la intimidad del vestidor como en el crucial partido contra LAFC, definirá el futuro inmediato de uno de los gigantes del fútbol mexicano. El vestidor secreto de Coapa está más expuesto que nunca, y sus demonios podrían costarles mucho más que un título de liga.


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