Retiro sorpresivo de Amari Cooper
Amari Cooper, receptor cinco veces seleccionado al Pro Bowl, tomó por sorpresa a la NFL y a los Raiders de Las Vegas al anunciar su retiro apenas días antes del inicio de la Temporada 2025. El veterano de 31 años había firmado semanas atrás un contrato por un año con el equipo que lo eligió en la primera ronda del Draft de 2015, proyectándose como pieza clave del nuevo esquema ofensivo y apoyo central para el mariscal de campo Geno Smith.
Una carrera brillante en la NFL
Durante sus diez temporadas, Cooper vistió los colores de Raiders, Cowboys, Browns y Bills, acumulando más de 700 recepciones, 10 mil yardas y más de 60 touchdowns. Reconocido por su técnica depurada y fiabilidad en momentos críticos, se convirtió en uno de los receptores más consistentes y productivos de la última década, dejando un legado que combina estadísticas sobresalientes con liderazgo dentro y fuera del campo.
Impacto inmediato para los Raiders
El retiro de Cooper deja un vacío significativo en la ofensiva aérea de Las Vegas. La responsabilidad recae ahora en Jakobi Meyers, Tre Tucker y los novatos Dont’e Thornton Jr. y Jack Bech. Además, se abren oportunidades para elementos del practice squad como Alex Bachman, Shedrick Jackson y Justin Shorter, quienes podrían ganar un lugar en el roster principal ante la inesperada salida del veterano.
La ofensiva ajusta su rumbo
Con el debut de temporada frente a los Patriots a tan solo tres días, los Raiders deben replantear su estrategia ofensiva. La ausencia de Cooper obliga al cuerpo técnico a reorganizar rutas, combinaciones y jugadas para mantener la eficiencia del ataque aéreo, mientras los jugadores asumen nuevas responsabilidades dentro del esquema.
Legado y decisión personal
Amari Cooper explicó que su decisión responde a la falta de deseo de continuar jugando al futbol americano profesional, poniendo fin a una carrera marcada por logros individuales, constancia y respeto en la liga. Su retiro resalta la importancia de valorar el bienestar personal y marca un cierre a una etapa que dejó huella en los equipos que defendió y en la NFL en general.
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