Aisha nació en una pequeña comunidad rural del África subsahariana. Su madre, portadora de VIH, temía por el futuro de su hija. El acceso limitado a tratamientos y controles médicos hacía casi inevitable la transmisión del virus. Pero hoy, la ciencia ofrece una nueva esperanza: una sola inyección al nacer podría bastar para proteger a niños como Aisha durante años.
¿Qué reveló el nuevo estudio?
Un ensayo realizado en macacos rhesus por investigadores del Centro Nacional de Investigación de Primates de Tulane reveló que una única inyección de terapia génica administrada en los primeros días de vida logró proteger a los monos del VIH durante al menos tres años. Publicado en Nature el 30 de julio, el estudio marca un hito en la lucha contra la transmisión infantil del virus.
¿Cómo funciona la terapia génica?
El equipo liderado por el Dr. Amir Ardeshir utilizó un virus adenoasociado (AAV) —inofensivo— como vehículo para introducir instrucciones genéticas en las células musculares del recién nacido. Estas células fueron reprogramadas para producir de forma constante anticuerpos ampliamente neutralizantes (bNAb) capaces de combatir múltiples cepas del VIH.
A diferencia de ensayos anteriores que requerían inyecciones repetidas, esta nueva técnica convierte las células musculares en “microfábricas de anticuerpos” que operan a largo plazo sin intervención adicional.
¿Por qué el momento del nacimiento es crucial?
Durante las primeras semanas de vida, el sistema inmunológico de los primates es más tolerante. Al introducir la terapia génica en esa etapa, el cuerpo no la rechaza como una amenaza, lo que permite una protección duradera. Si la terapia se aplica más tarde —incluso solo 8 semanas después—, su eficacia disminuye drásticamente.
Impacto potencial en salud pública
Según la OMS, más de 100.000 bebés se infectan con VIH cada año, en su mayoría durante la lactancia materna. Este avance podría revolucionar la prevención del VIH en áreas con acceso limitado a atención médica. Una dosis única al nacer podría proteger a los niños hasta la adolescencia.
“Nada como esto era posible hace una década”, dijo Ardeshir. “Este resultado cambia el juego”.
¿Y en humanos, funcionará igual?
Aún quedan dudas. El cuerpo humano podría reaccionar diferente a la terapia basada en AAV, y el estudio solo probó una cepa del virus de inmunodeficiencia simio-humano. Pero los investigadores son optimistas: los resultados sugieren que una vacuna genética profiláctica de dosis única para humanos es plausible y merecedora de ensayos clínicos.
Un paso hacia el fin del VIH infantil
Una herramienta sencilla, económica y de larga duración podría cambiar el curso de la epidemia de VIH en niños. Esto representa una nueva frontera en medicina preventiva, especialmente en países donde el tratamiento sostenido no es una opción viable.


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