Síndrome de Cotard: cuando una persona cree estar muerta y aislada
En 1995, mientras estudiaba medicina, el ahora psiquiatra mexicano Jesús Ramírez encontró un caso que cambiaría su carrera. Un paciente afirmaba estar muerto, diagnóstico que en ese momento se confundió con esquizofrenia. Más tarde, Ramírez descubrió que en realidad se trataba del síndrome de Cotard, un trastorno poco conocido y extremadamente raro.
Este síndrome, también llamado delirio de negación o nihilista, provoca que el paciente cuestione su propia existencia, negando incluso la presencia de órganos vitales o partes de su cuerpo. Ramírez ha dedicado décadas a investigar este fenómeno que no está reconocido formalmente por la OMS ni por el manual de la Asociación Psiquiátrica de Estados Unidos.
Características y síntomas del síndrome
Los pacientes con Cotard presentan un sufrimiento intenso debido a la pérdida de los mecanismos racionales y lógicos. «Estos son pacientes con un nivel muy alto de sufrimiento. Han perdido el aparato racional que todos tenemos», explica Ramírez.
La característica más conocida es la creencia de estar muertos, pero también existen delirios de negación de órganos, funciones corporales e incluso de la propia identidad. Uno de los casos más impactantes tratados por Ramírez fue el de un hombre de 78 años que se negaba a ser hospitalizado porque afirmaba que ya estaba muerto. «Estoy acabado, no tiene sentido que me traten», repetía mientras se sentía como un autómata, desconectado de la realidad.
Otro caso fue el de una joven de 18 años que creía haber perdido sus manos y que había sido hechizada. «Mi corazón dejó de funcionar, siento que mi hígado y estómago se están enfermando. No siento mi cuerpo desde adentro», relataba, mostrando la intensidad de la despersonalización que sufren estos pacientes.
Consecuencias y riesgos del delirio nihilista
El síndrome de Cotard puede coexistir con creencias de inmortalidad o con delirios de negación total, lo que incrementa el riesgo de conductas suicidas y mutilaciones. «La persona, al negar su propia vida o sus órganos, puede cometer actos dramáticos», advierte Ramírez.
Este trastorno puede presentarse en pacientes con esquizofrenia, depresión psicótica, Parkinson, enfermedades cerebrovasculares o infecciones cerebrales, aunque no todos los pacientes con estas condiciones desarrollan Cotard. En la experiencia de Ramírez, de decenas de miles de pacientes, ha visto 14 casos confirmados, lo que refleja su extrema rareza.
Posibles causas del síndrome de Cotard
Una de las hipótesis más aceptadas proviene del experto australiano Max Coltheart, quien señala que se requieren dos factores: una anomalía neurobiológica que altera los mecanismos neuropsicológicos y una falla en el sistema lógico de evaluación de creencias. Esto genera experiencias subjetivas altamente anormales, como la pérdida de familiaridad con la propia vida o identidad.
Tratamiento y abordaje terapéutico
No existe un tratamiento específico para Cotard, pero las terapias universales han mostrado efectividad. Primero se trata la enfermedad de base, como Parkinson, infecciones o problemas cerebrovasculares. Posteriormente, se aplican terapias interpersonales y psicoterapia cognitivo conductual.
Uno de los mayores desafíos es el aislamiento severo que sufren estos pacientes, lo que los desconecta de las relaciones humanas y el contacto social. Reconstruir estos puentes es fundamental para mejorar su bienestar y reducir riesgos asociados a la depresión y a la despersonalización extrema.
Avances y conciencia sobre un síndrome poco conocido
El trabajo de Jesús Ramírez y otros especialistas ha permitido visibilizar un trastorno que, aunque raro, refleja la complejidad del cerebro humano y la relación entre mente y percepción de la realidad. La investigación continua y la concienciación sobre el síndrome de Cotard son esenciales para ofrecer tratamientos más efectivos y apoyo a quienes sufren este fenómeno.


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