Quienes entrenan con pesas saben que la verdadera batalla por ganar músculo no ocurre solo en el gimnasio, sino en la cocina. Un error en la elección de los alimentos post-entrenamiento puede frenar semanas de esfuerzo. Ahora, un estudio de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign ofrece nuevas pruebas sobre qué proteína es la más efectiva para estimular la construcción muscular.
Carne magra vs carne grasa: la diferencia que no esperabas
El equipo liderado por Nicholas Burd comparó el impacto de distintos alimentos en la síntesis de proteína muscular tras una sesión intensa de pesas. Los participantes —jóvenes activos— consumieron hamburguesas magras, hamburguesas con alto contenido graso o una bebida rica en carbohidratos, todas con la misma cantidad de proteína.
Los resultados fueron claros: la carne magra generó una mayor estimulación muscular en comparación con la carne grasa y con los carbohidratos. El músculo no solo incorporó más aminoácidos, sino que la presencia de leucina —el aminoácido clave para el crecimiento muscular— fue más alta en quienes eligieron proteína magra.
El error común en la mesa
Imagina a Javier, un joven que dedica horas a levantar pesas cada semana. Después de entrenar, cree que “toda proteína animal es buena” y opta por cortes grasos de cerdo. Sin saberlo, sus músculos reciben menos estímulo anabólico que el de su compañero que eligió un corte magro.
Ambos entrenan igual, ambos sudan igual, pero la diferencia se marca en el plato. Lo que parecía un detalle, en realidad determina quién gana músculo más rápido y quién no.
La ciencia detrás de la elección proteica
La investigación utilizó técnicas de alta precisión como aminoácidos marcados con isótopos y biopsias musculares. Estos métodos confirmaron que la carne magra supera a la grasa en la respuesta anabólica post entrenamiento.
Curiosamente, estudios previos del mismo equipo habían mostrado lo contrario en alimentos como el huevo entero y el salmón, donde la grasa saludable mejoraba la respuesta muscular frente a sus versiones bajas en grasa.
No todas las proteínas animales son iguales
El hallazgo rompe el mito de que todas las proteínas animales ofrecen los mismos beneficios. La recomendación es clara: priorizar carnes magras y alimentos integrales tras entrenar.
Los productos con exceso de grasa, como ciertos cortes de cerdo, pueden tener un efecto similar a consumir solo carbohidratos, desaprovechando parte del esfuerzo del entrenamiento.
Estrategia práctica: qué comer después de entrenar
Para quienes buscan maximizar resultados en el gimnasio:
- Opta por cortes magros de res, pollo o pavo.
- Combínalos con carbohidratos de calidad como arroz, papa o avena.
- Evita carnes muy grasosas justo después del ejercicio.
- Prioriza alimentos integrales antes que ultraprocesados o suplementos innecesarios.
Evidencia acumulada: la fuerza de los alimentos reales
La conclusión es contundente: la combinación de entrenamiento de fuerza más proteína magra ofrece el mayor beneficio para ganar músculo. Los alimentos enteros, poco procesados y balanceados siguen siendo el camino más seguro para alcanzar una mejor composición corporal a largo plazo.


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