En los últimos meses, una nueva práctica ha ganado popularidad en redes sociales: el quadrobics, una forma de ejercicio que imita los movimientos de los animales cuadrúpedos, como lobos, felinos o perros. Lo que comenzó como una expresión corporal y de identidad en comunidades en línea, ahora se ha convertido en una tendencia fitness que despierta curiosidad, admiración y controversia por igual.
Videos de personas corriendo, saltando y girando en cuatro patas se han viralizado especialmente en TikTok y YouTube, acumulando millones de vistas y generando un intenso debate entre quienes lo ven como un deporte emergente y quienes lo perciben como una excentricidad.
Qué es el quadrobics y cómo surgió
El término “quadrobics” proviene de “quad” (cuatro) y “aerobics”, y describe un entrenamiento físico basado en movimientos cuadrúpedos coordinados. Se originó en comunidades digitales vinculadas a la cultura “therian” y “otherkin”, grupos de personas que sienten una conexión espiritual o simbólica con ciertos animales.
Sin embargo, más allá de su dimensión identitaria, el quadrobics ha evolucionado hacia un entrenamiento corporal intenso, que mejora la fuerza, la agilidad y la coordinación. Practicantes de todo el mundo lo han adoptado como una disciplina híbrida entre el parkour, la gimnasia y el yoga.
El auge de esta tendencia comenzó entre 2019 y 2020, pero ha resurgido con fuerza en 2024 gracias a los algoritmos de redes sociales, donde usuarios comparten rutinas, tutoriales y desafíos bajo etiquetas como #quadrobics o #animalmovement.
Los beneficios físicos del movimiento cuadrúpedo
Aunque puede parecer extraño a simple vista, los expertos en movimiento reconocen que el trabajo cuadrúpedo tiene beneficios reales para el cuerpo. De hecho, muchas rutinas de entrenamiento funcional, crossfit o calistenia incluyen ejercicios similares, como el “bear crawl” o “gateo del oso”, por su efectividad para fortalecer el core y la estabilidad.
Según fisioterapeutas deportivos, el quadrobics estimula una activación integral del cuerpo, ya que involucra brazos, piernas, abdomen, espalda y cuello de manera simultánea. También mejora la coordinación neuromuscular, la postura y la flexibilidad articular.
Sin embargo, también advierten que puede causar lesiones si se realiza sin preparación adecuada, especialmente en muñecas, hombros o rodillas. Por ello, recomiendan practicar sobre superficies blandas y calentar antes de comenzar.
Una práctica que divide opiniones
A pesar de sus posibles beneficios, el quadrobics ha generado división en redes sociales. Mientras algunos usuarios lo celebran como una forma de expresión corporal libre y artística, otros lo critican o ridiculizan por su apariencia “animalizada”.
Los practicantes defienden que se trata de una actividad que promueve la conexión con el cuerpo y la naturaleza, y que no debe juzgarse por su estética.
Por otro lado, algunos psicólogos señalan que esta práctica refleja una búsqueda de identidad y pertenencia entre jóvenes que encuentran en internet espacios donde explorar su personalidad sin prejuicios.
El debate sobre identidad y salud mental
La relación del quadrobics con comunidades como los “therians” ha provocado debates sobre identidad, autoexpresión y salud mental. Algunos críticos afirman que el movimiento puede alimentar comportamientos escapistas o desconectados de la realidad, mientras que defensores sostienen que funciona como una forma simbólica de catarsis y liberación emocional.
Para los expertos en psicología social, este fenómeno no debe simplificarse. En un contexto donde las redes sociales amplifican las formas de autoexpresión, prácticas como el quadrobics pueden ser espacios de creatividad y autoexploración, siempre que no interfieran con la vida cotidiana o el bienestar emocional.
De subcultura digital a entrenamiento funcional
Lo que comenzó como una práctica de nicho se está abriendo paso en gimnasios alternativos y comunidades de entrenamiento libre. Algunos instructores ya incorporan movimientos cuadrúpedos inspirados en animales en sus rutinas para trabajar la movilidad, la fuerza y la coordinación.
De hecho, tendencias como el “animal flow” —un sistema de entrenamiento reconocido internacionalmente— comparten una base conceptual similar, lo que demuestra que el movimiento animalizado no es una simple moda, sino una forma ancestral de ejercitar el cuerpo humano.
Entre el fitness y la autoexpresión
El quadrobics es, sin duda, una de las tendencias más curiosas y polarizantes del momento. Aunque puede parecer un simple fenómeno viral, combina elementos de entrenamiento funcional, expresión artística e identidad personal que lo convierten en un reflejo de los tiempos digitales.
Más allá de la polémica, esta práctica invita a repensar nuestra relación con el movimiento y la autenticidad. En una era donde el cuerpo también se convierte en un medio de comunicación, el quadrobics demuestra que el ejercicio puede ser tanto una forma de fuerza física como de libertad interior.


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