En la rutina de muchas familias, los productos de limpieza son aliados fundamentales para mantener el hogar impecable. Sin embargo, investigaciones recientes advierten que esa búsqueda de limpieza total puede tener un precio alto: la salud.
Cuando limpiar se vuelve un riesgo invisible
Sofía, una madre de dos niños pequeños, limpiaba su casa cada día con una mezcla de desinfectantes comerciales. Comenzó a notar que su hijo menor presentaba tos constante y dificultad para respirar, y que ella misma sufría de dolor de cabeza frecuente y fatiga. Al consultar a un especialista, descubrió que los productos de limpieza que usaba liberaban compuestos orgánicos volátiles (VOCs), responsables de irritaciones respiratorias y trastornos hormonales.
Y no es un caso aislado.
Los químicos que respiras en casa
Un estudio publicado en Chemosphere por la organización Environmental Working Group reveló que más de 530 compuestos están presentes en productos de limpieza comunes. Entre ellos: acetona, metanol y 2‑butoxietanol, todos considerados potencialmente dañinos.
Estos VOCs pueden:
- Permanecer en el aire durante días
- Ser inhalados sin darnos cuenta
- Aumentar el riesgo de asma, cáncer y problemas reproductivos
Ventilar o enfermar: el aire interior también importa
Los estudios de Environment International y la Harvard T.H. Chan School of Public Health muestran que las personas expuestas de forma regular a desinfectantes domésticos, especialmente mujeres, pueden presentar pérdida de función pulmonar comparable a fumar por años. Incluso los niños expuestos presentan mayor riesgo de sibilancias y alergias.
¿Cómo protegerse sin renunciar a la limpieza?
Usa menos productos
Reducir la cantidad de limpiadores distintos y preferir productos multiuso disminuye la exposición química acumulativa.
Desinfecta con criterio
Salvo en casos de contagios, inmunodepresión o enfermedades infecciosas, agua y jabón son suficientes. La lejía, por ejemplo, puede generar efectos oxidantes si se usa con frecuencia.
Alternativas más seguras
- Vinagre blanco: desengrasa y elimina minerales
- Peróxido de hidrógeno: desinfecta y se degrada en agua y oxígeno
- Evita combinaciones tóxicas, como lavandina con amoníaco
Protección al limpiar: medidas esenciales
Ventilar las habitaciones, usar guantes y mascarillas, y limitar el tiempo de exposición son claves. Según el American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, los sprays de limpieza son especialmente peligrosos cuando se usan de forma regular.
Cuidado con productos “verdes”
Aunque muchos productos “sin fragancia” o “naturales” prometen ser más seguros, estudios muestran que pueden contener compuestos no listados en la etiqueta. Las certificaciones como Safer Choice o EWG Verified ayudan, pero no garantizan un 100% libre de VOCs.


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