Entrenas duro en el gimnasio, levantas pesado y eres constante, pero ¿sientes que tus músculos no crecen al ritmo que esperas? El entrenamiento es solo la mitad de la batalla; la otra mitad se libra en la cocina. La nutrición es el factor que determinará si tus esfuerzos se traducen en masa muscular real. Como tu Coach de Bienestar, te daré el plan de acción nutricional para antes y después de entrenar que potenciará tus resultados.
El Principio Fundamental: ¿Qué se Necesita para Construir Músculo?
Para construir músculo (un proceso llamado hipertrofia), se necesitan tres cosas clave:
- Estímulo: Un entrenamiento de resistencia que desafíe a tus músculos y cree micro-desgarros.
- Reparación: Suficientes «ladrillos» (proteínas) y energía (calorías) para reparar esas fibras y hacerlas más grandes y fuertes.
- Descanso: Dormir lo suficiente para que el cuerpo pueda llevar a cabo este proceso de reparación.
Hoy nos centraremos en el punto 2. Necesitas estar en un ligero superávit calórico (comer un poco más de calorías de las que gastas) y tener una ingesta adecuada de proteínas.
La Comida Pre-Entrenamiento: El Combustible para Rendir
El objetivo de esta comida es darte la energía necesaria para entrenar con intensidad y prevenir la degradación muscular durante el ejercicio. Idealmente, consúmela entre 60 y 90 minutos antes de tu sesión.
- El Componente Clave: Carbohidratos Complejos. Serán tu principal fuente de energía. Te permitirán levantar más peso y hacer más repeticiones.
- Buenas opciones: Avena, pan integral, arroz integral, camote, fruta (como un plátano).
- El Socio Indispensable: Proteína. Ayuda a «preparar» a tus músculos para la recuperación, liberando aminoácidos en tu torrente sanguíneo.
- Buenas opciones: Yogur griego, huevos, un scoop de proteína en polvo, pechuga de pavo.
- Lo que debes limitar: Las grasas y la fibra en exceso. Ralentizan la digestión y pueden causar molestias estomacales durante el entrenamiento.
Ejemplos de Comidas Pre-Entrenamiento:
- Un tazón de avena con un plátano en rodajas y una cucharada de proteína en polvo.
- Dos rebanadas de pan integral con aguacate y dos huevos cocidos.
- Yogur griego con un puñado de frutos rojos.
La «Ventana Anabólica» y la Comida Post-Entrenamiento: La Reparación
Después de entrenar, tus músculos son como esponjas, listos para absorber nutrientes y comenzar el proceso de reparación. El objetivo de esta comida es reponer tus reservas de energía y proporcionar los aminoácidos necesarios para la reconstrucción muscular.
Aunque el mito de la «ventana anabólica» de 30 minutos ha sido flexibilizado por la ciencia, sigue siendo una buena práctica comer dentro de las 2 horas posteriores a tu entrenamiento.
- El Rey Indiscutible: Proteína de Rápida Absorción. Es lo más importante. Necesitas proporcionar a tu cuerpo los bloques de construcción para reparar el tejido dañado. Apunta a consumir entre 20 y 40 gramos de proteína.
- Buenas opciones: Batido de proteína de suero (whey protein), pechuga de pollo o pavo, pescado blanco, huevos, tofu.
- El Reponedor de Energía: Carbohidratos Simples y Complejos. Ayudan a reponer el glucógeno muscular gastado y provocan un pico de insulina, una hormona que ayuda a transportar los nutrientes (como los aminoácidos) hacia las células musculares.
- Buenas opciones: Arroz blanco, papa, pasta, fruta.
Ejemplos de Comidas Post-Entrenamiento:
- Un batido de proteína con un plátano y leche (o agua).
- Pechuga de pollo a la plancha con una porción generosa de arroz blanco y brócoli.
- Un omelette de 3 huevos con verduras y una rebanada de pan tostado.
Advertencia de Seguridad: Estas son recomendaciones generales. Las cantidades exactas varían según tu peso, intensidad del entrenamiento y metabolismo. Considera consultar a un nutricionista deportivo para un plan personalizado.


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