Controlar la presión arterial alta requiere constancia y planificación. Según la American Heart Association (AHA) y la Mayo Clinic, cualquier forma de actividad física aporta beneficios, pero ciertas rutinas destacan por su efectividad.
El cardiólogo deportivo del Massachusetts General Hospital, J. Sawalla Guseh, explica que levantar pesas genera un aumento temporal de la presión arterial, pero el ejercicio regular de fuerza reduce los valores con el tiempo. Este fenómeno, conocido como hipotensión post-ejercicio, mantiene la presión más baja durante horas después de la actividad.
Cuánto ejercicio se necesita para reducir la presión arterial
Las guías internacionales recomiendan 150 minutos semanales de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de ejercicio intenso. Esto puede dividirse en sesiones de 30 minutos diarios o bloques de 10 minutos a lo largo del día.
Opciones efectivas incluyen:
- Caminar a paso rápido
- Nadar
- Andar en bicicleta
- Bailar
- Deportes en equipo
Incorporar actividad física a la rutina diaria, como subir escaleras o jardinería, también contribuye a aumentar la frecuencia cardíaca y mejorar la presión arterial.
Qué ejercicios ofrecen mayores beneficios
Estudios recientes y meta-análisis muestran que los ejercicios isométricos, como mantener sentadillas contra la pared, son especialmente eficaces para reducir la presión arterial.
El entrenamiento de fuerza con pesas o bandas elásticas, realizado en series de 8 a 12 repeticiones, fortalece el sistema cardiovascular y mejora el control de la presión arterial. La American Heart Association recomienda combinar fuerza y aeróbicos al menos dos veces por semana para maximizar resultados.
Consejos de seguridad antes de comenzar
Es vital consultar al médico antes de iniciar cualquier rutina, sobre todo si se presentan condiciones crónicas como diabetes, enfermedades cardíacas o presión arterial extremadamente alta.
Recomendaciones:
- Calentamiento gradual de 5 a 10 minutos
- Evitar actividad intensa ante dolor torácico, mareos o palpitaciones
- Registrar cambios de presión y síntomas durante la actividad
Integrando ejercicio en un plan integral de control
El ejercicio debe combinarse con:
- Dieta baja en sodio y saludable
- Reducción de estrés
- Monitoreo constante de presión arterial
- Ajustes en medicación según indicación médica
Perder entre 2 y 4,5 kg puede reducir significativamente la presión arterial. La clave es integrar hábitos saludables, constancia y supervisión profesional para mantener la presión arterial dentro de rangos óptimos.


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