Durante décadas, el cáncer de pulmón se asoció casi exclusivamente al tabaquismo. Pero una creciente evidencia sugiere otra verdad inquietante: uno de cada cuatro casos afecta a personas que jamás han encendido un cigarro. La pregunta es inevitable: ¿qué lo causa?
Un estudio reciente, publicado en la prestigiosa revista Nature, acaba de arrojar luz sobre el misterio. Y lo hace con contundencia: la contaminación del aire, ese enemigo invisible cotidiano, podría ser tan peligrosa como el tabaco para los pulmones.
El estudio que conecta genética y contaminación
La investigación fue liderada por científicos de la Universidad de California en San Diego, el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de EE.UU., y el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) de España. Su objetivo: entender por qué el cáncer de pulmón crece en no fumadores, especialmente en mujeres asiáticas.
Mediante secuenciación genómica de tumores de 871 pacientes no fumadores en 28 regiones del mundo, los investigadores descubrieron “firmas mutacionales”, alteraciones del ADN que revelan la huella de contaminantes específicos. Los resultados fueron alarmantes.
La polución deja una huella genética similar al tabac
Los pacientes de zonas con alta contaminación presentaban hasta 3,9 veces más mutaciones asociadas al tabaco que aquellos en entornos limpios. También se detectó un 76% más de alteraciones por envejecimiento celular, reflejado en la disminución del tamaño de los telómeros, los extremos de los cromosomas.
Este envejecimiento genético acelerado no garantiza la aparición del cáncer, pero eleva el riesgo, ya que cada mutación es una puerta que puede abrirse hacia el desarrollo tumoral.
Otros riesgos ambientales inesperados
El análisis arrojó otro hallazgo inesperado: una firma mutacional vinculada al ácido aristolóquico, presente en algunas hierbas medicinales asiáticas. Esta sustancia ya era conocida por causar cáncer renal y hepático, pero ahora se suma al cáncer pulmonar, particularmente en pacientes de Taiwán que nunca fumaron.
Además, se identificó una nueva mutación sin causa conocida, más común en no fumadores que en fumadores, lo que sugiere que existen riesgos aún no detectados por la ciencia.
Más allá del tabaco: nuevos enfoques para la prevención
La investigación propone expandir el estudio a regiones poco representadas como América Latina, Oriente Medio y África, e incluir factores emergentes como el uso de vapeadores, la exposición al gas radón, y el consumo de cannabis.Los autores destacan la importancia de entender la interacción entre genética y medio ambiente para diseñar estrategias preventivas eficaces y tratamientos más personalizados.


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