El Dr. Bryce Appelbaum, neuro-optometrista, explica que la vista y la visión no son lo mismo. Mientras la vista es la capacidad de enfocar y percibir nitidez, la visión implica cómo el cerebro procesa, organiza y almacena la información visual. Una visión entrenada mejora la atención, la memoria y la salud mental, además de retrasar el deterioro ocular.
Ejercicios que fortalecen la visión
Para prevenir la presbicia y retrasar la dependencia de gafas, Appelbaum recomienda ejercicios sencillos pero efectivos:
- Regla 20-20-20: cada 20 minutos, enfocar un objeto a seis metros por 20 segundos.
- Flexión ocular: cubrir un ojo, enfocar un dedo cercano cinco segundos y mirar al horizonte, alternando ojos.
- Movimiento de ojos y conciencia periférica: dirigir la mirada al techo, suelo y laterales, fortaleciendo coordinación y equilibrio.
Estos ejercicios mejoran la flexibilidad de los músculos oculares y la integración visual, ayudando a quienes sufren miopía o fatiga visual.
Limitar pantallas y aprovechar la luz natural
El uso excesivo de pantallas afecta la secreción de melatonina y altera el ciclo circadiano, provocando fatiga ocular y sueño deficiente. El experto recomienda:
- Exponerse a luz natural al despertar y anochecer.
- Sustituir lecturas digitales por libros impresos.
- Evitar dispositivos electrónicos antes de dormir.
Estas prácticas no solo protegen la vista, sino que optimizan el procesamiento visual y la salud cerebral.
Nutrición para fortalecer los ojos
Appelbaum destaca que la alimentación influye directamente en la salud ocular. Nutrientes clave incluyen:
- Luteína y zeaxantina: presentes en verduras de hoja verde y yema de huevo.
- Antioxidantes: vitaminas A, C y E para proteger la retina.
- Betacaroteno: de verduras naranjas, fortalece la visión.
- Omega-3: pescado de agua fría para mantener la función visual y cerebral.
Beneficios comprobados
Un programa de entrenamiento visual dirigido por Appelbaum mostró mejoras concretas: un participante que solo podía leer la letra E de la fila superior logró alcanzar la cuarta línea tras cinco días de ejercicios. Esto evidencia que la resistencia y flexibilidad ocular pueden potenciar la visión a cualquier distancia y la capacidad de enfoque.


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