Enfermedades cardiovasculares: el enemigo que cobra más vidas
Cada 29 de septiembre el mundo recuerda la fragilidad del corazón humano. No es una metáfora, sino una realidad respaldada por cifras que estremecen: más de 20.5 millones de personas mueren cada año a causa de enfermedades cardiovasculares, superando al cáncer y a los padecimientos respiratorios. En México, más de 192 mil muertes en 2024 se atribuyeron a estas afecciones, lo que confirma que el corazón sigue siendo el blanco más vulnerable de los malos hábitos, la falta de prevención y la invisibilidad de los síntomas.
La hipertensión: la asesina silenciosa en millones de mexicanos
En las estadísticas, la hipertensión arterial aparece como protagonista indeseada. Es llamada la “asesina silenciosa” porque ataca sin avisar, afectando a más de 40 millones de mexicanos, la mayoría sin diagnóstico oportuno. Estudios revelan que hasta un 70 por ciento de quienes la padecen lo ignoran y sólo un tercio mantiene un control adecuado. Esta enfermedad es el detonante de infartos, accidentes cerebrovasculares y problemas renales crónicos que marcan para siempre la vida de las familias.
Infartos y accidentes cerebrovasculares: el alto precio de la desatención
El doctor Antonio Jordán Ríos, del Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”, advierte que ocho de cada diez casos de cardiopatías se podrían evitar si se controlan factores de riesgo como tabaquismo, colesterol alto, obesidad, diabetes e hipertensión. Sin embargo, la falta de chequeos médicos y la resistencia a modificar el estilo de vida mantienen la curva de mortalidad en niveles alarmantes.
Obesidad: un detonante de múltiples enfermedades
La obesidad no solo es un problema estético, sino una enfermedad crónica que afecta a más de 800 millones de personas en el mundo. Enrique Alexander Berrios Bárcenas explica que este trastorno está directamente relacionado con el Síndrome Cardio Reno Metabólico, una compleja red de daños que compromete corazón, riñones y metabolismo. La obesidad, al estar asociada con hipertensión y diabetes, multiplica las posibilidades de un evento cardiovascular fatal.
Estilos de vida que salvan vidas
Los especialistas coinciden en que la batalla contra las enfermedades cardiovasculares se libra en la vida cotidiana. Acciones sencillas como medir la presión arterial regularmente, reducir el consumo de sal, evitar el tabaco y el alcohol, practicar ejercicio 30 minutos al día y mantener una dieta rica en frutas, verduras y proteínas magras, son estrategias que pueden marcar la diferencia entre la salud y la enfermedad. Reconocer síntomas como dolor de cabeza, mareos, zumbidos en los oídos, fatiga o falta de aire puede salvar una vida si se busca atención médica de inmediato.
El llamado urgente de los cardiólogos
La Federación Mundial del Corazón y la Sociedad Mexicana de Cardiología advierten que si se duplica el número de personas tratadas por hipertensión, se podrían salvar hasta 130 millones de vidas en los próximos 35 años. La clave está en reconocer la enfermedad, tratarla y mantener el control médico. El reto es mayúsculo, pero cada revisión médica, cada cambio en la dieta y cada paso dado en ejercicio representa una victoria en la prevención.


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