El cáncer colorrectal es una de las enfermedades más comunes a nivel mundial y, aunque tradicionalmente afectaba a personas mayores de 50 años, los casos en adultos jóvenes han ido en aumento en los últimos años. Por ello, es fundamental que quienes tienen menos de 50 años estén atentos a cualquier síntoma inusual que pueda indicar la presencia de esta enfermedad.

Identificar los signos tempranos permite diagnosticar a tiempo, aumentar las probabilidades de tratamiento exitoso y reducir complicaciones graves. Entre todos los síntomas, hay uno que los especialistas destacan como especialmente importante en personas jóvenes.

El síntoma clave a vigilar

Según oncólogos y gastroenterólogos, el sangrado rectal o la presencia de sangre en las heces es el síntoma que no se debe ignorar, incluso en personas menores de 50 años. Este signo puede aparecer como heces de color rojo brillante, sangrado oscuro o incluso mezclado con la materia fecal, y no siempre se acompaña de dolor.

La aparición de sangre puede estar relacionada con diversas condiciones, algunas benignas como hemorroides, pero también puede indicar la presencia de tumores colorrectales. Por ello, es crucial no asumir automáticamente que se trata de un problema menor y acudir a revisión médica para descartar causas graves.

Otros síntomas que acompañan al cáncer colorrectal

Además del sangrado, los especialistas señalan otros signos que pueden acompañar a la enfermedad y que también requieren atención:

• Cambios en el hábito intestinal, como diarrea o estreñimiento prolongados.
• Dolor abdominal persistente o sensación de distensión.
• Pérdida de peso inexplicada.
• Fatiga constante o debilidad.
• Sensación de evacuación incompleta o urgencia frecuente de ir al baño.

Aunque estos síntomas no siempre indican cáncer, su presencia reiterada o combinada aumenta la necesidad de una evaluación profesional.

Factores de riesgo en menores de 50 años

Aunque el cáncer colorrectal es más común en adultos mayores, existen factores que incrementan el riesgo en jóvenes:

• Antecedentes familiares de cáncer colorrectal o pólipos.
• Enfermedades inflamatorias intestinales, como colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn.
• Dieta alta en grasas y baja en fibra.
• Estilo de vida sedentario y obesidad.
• Tabaquismo y consumo excesivo de alcohol.

Los especialistas recomiendan que quienes presentan alguno de estos factores mantengan controles médicos regulares, incluso antes de los 50 años, para identificar cualquier signo a tiempo.

Prevención y diagnóstico temprano

La detección temprana es la herramienta más efectiva contra el cáncer colorrectal. Entre las medidas preventivas destacan:

• Exámenes de colon y colonoscopias según indicaciones médicas.
• Mantener una dieta rica en frutas, verduras y fibra.
• Evitar tabaquismo y consumo excesivo de alcohol.
• Actividad física regular y control de peso.
• Atención a cualquier sangrado o cambio en las heces, sin asumir que se trata de algo menor.

El diagnóstico oportuno permite que el tratamiento sea más efectivo, aumentando las posibilidades de recuperación completa y reduciendo el riesgo de complicaciones graves.

Mensaje para los adultos jóvenes

La incidencia de cáncer colorrectal en personas menores de 50 años ha aumentado en la última década, por lo que es fundamental que los adultos jóvenes no subestimen los síntomas. El sangrado rectal, en particular, debe ser evaluado de inmediato por un profesional de la salud, incluso si se considera menor o se atribuye a otras causas.

Ignorar este síntoma puede retrasar el diagnóstico y disminuir las opciones de tratamiento exitoso, mientras que acudir a revisión médica a tiempo puede salvar vidas.

El cáncer colorrectal no solo afecta a personas mayores, sino que cada vez se presenta más en adultos jóvenes menores de 50 años. Entre todos los signos, el sangrado rectal o la presencia de sangre en las heces es el que no debe ignorarse bajo ninguna circunstancia.

Mantener una alimentación saludable, actividad física regular y revisiones médicas periódicas, así como prestar atención a cualquier síntoma inusual, son estrategias clave para prevenir y detectar a tiempo esta enfermedad. La detección temprana puede marcar la diferencia entre un tratamiento exitoso y complicaciones graves, por lo que la alerta y la acción inmediata son fundamentales.