La búsqueda de la eterna juventud da un paso de gigante. Un estudio internacional ha demostrado que elevar los niveles de una proteína natural, Klotho, puede extender la esperanza de vida hasta en un 20% y revertir signos del envejecimiento
La idea de extender la vida humana y, más importante aún, los años de vida saludable (healthspan), ha sido durante mucho tiempo el dominio de la ciencia ficción. Sin embargo, una serie de avances revolucionarios en la investigación del envejecimiento están convirtiendo esta aspiración en una posibilidad tangible. Dos desarrollos recientes, uno centrado en una terapia génica y otro en un nuevo modelo animal, están abriendo puertas a futuras intervenciones antienvejecimiento que podrían redefinir lo que significa envejecer.
Un equipo de investigación global, liderado por el Institut de Neurociències de la Universitat Autònoma de Barcelona (INc-UAB), ha logrado un hito extraordinario: extender la vida de ratones entre un 15% y un 20% mediante el aumento de los niveles de una proteína natural llamada Klotho. Este descubrimiento, publicado en la revista Molecular Therapy, no solo prolongó la vida, sino que también mejoró significativamente la función física y cognitiva en los animales de edad avanzada.
La Proteína Klotho: La «Fuente de la Juventud» del cuerpo
La proteína Klotho, que lleva el nombre de una de las Moiras de la mitología griega que hilaba el destino de la vida, es una hormona que disminuye naturalmente con la edad. La investigación ha demostrado que esta proteína juega un papel crucial en la supresión del envejecimiento.
En el estudio, los científicos utilizaron vectores de terapia génica para modificar las células de los ratones, haciendo que produjeran mayores cantidades de la forma secretada de la proteína Klotho (s-KL). Los resultados fueron notables:
- Aumento de la longevidad: Los ratones tratados vivieron entre un 15% y un 20% más que el grupo de control.
- Mejora de la salud muscular: Mostraron fibras musculares más grandes y una reducción de la fibrosis, signos de una mejor salud muscular.
- Fortalecimiento óseo: Se observó una mejor calidad ósea, especialmente en ratones hembra, con una arquitectura ósea interna mejor conservada, lo que sugiere un efecto protector contra la osteoporosis.
- Rejuvenecimiento cognitivo: El tratamiento estimuló la formación de nuevas neuronas (neurogénesis) y potenció la actividad inmunitaria en el hipocampo, una región cerebral clave para la memoria y el aprendizaje.
«Si podemos encontrar un método de administración viable, s-KL podría hacer una contribución significativa para mejorar la calidad de vida de las personas y ayudar a construir la sociedad más saludable posible.» – Investigadores del INc-UAB.
El desafío de los telómeros y un nuevo modelo de estudio
Paralelamente, científicos de la Universidad Estatal de Washington (WSU) han abordado otro pilar fundamental del envejecimiento: los telómeros. Los telómeros son las tapas protectoras en los extremos de nuestros cromosomas, similares a las puntas de los cordones de los zapatos. Con cada división celular, estos telómeros se acortan, y cuando se vuelven demasiado cortos, las células dejan de dividirse y mueren, un proceso central del envejecimiento.
El estudio de los telómeros ha sido un desafío porque los ratones de laboratorio, el modelo animal más común, tienen telómeros hasta 10 veces más largos que los humanos. Para superar esto, el equipo de WSU, liderado por el profesor Jiyue Zhu, ha desarrollado ratones genéticamente modificados, llamados «HuT mice», que tienen telómeros cortos similares a los humanos.
Este nuevo modelo animal es crucial porque permite a los científicos estudiar el envejecimiento celular tal como ocurre en el cuerpo humano, acelerando la investigación en áreas como:
- Extensión del Healthspan: Explorar estrategias para prolongar el período de vida libre de enfermedades relacionadas con la edad.
- Investigación del cáncer: Estudiar cómo los telómeros cortos pueden reducir la probabilidad de desarrollar cáncer, ya que limitan la división celular incontrolada.
- Impacto del estilo de vida: Analizar cómo factores como el estrés o la falta de sueño afectan la regulación de los telómeros y el envejecimiento.
El futuro de la medicina de la longevidad
Estos avances se enmarcan en una tendencia más amplia que está transformando la longevidad de un concepto de nicho a un movimiento cultural y de mercado masivo. La revista Vogue ha nombrado a la longevidad como la «tendencia más candente» de 2025, y la inversión en biotecnología de la longevidad está en auge.
La inteligencia artificial (IA) también está jugando un papel transformador, analizando vastas bases de datos biológicos para identificar nuevos fármacos y objetivos terapéuticos. Empresas como BioAge ya tienen compuestos en ensayos clínicos para el envejecimiento muscular y la senescencia inmune, identificados mediante IA.
Aunque la aplicación de terapias como la de la proteína Klotho en humanos todavía requiere más investigación, especialmente en métodos de administración seguros y eficientes, estos estudios representan un cambio de paradigma. La ciencia ya no solo busca tratar las enfermedades del envejecimiento, sino abordar el proceso de envejecimiento en sí mismo a nivel celular y genético. La promesa de vivir no solo más tiempo, sino también de forma más saludable, está cada vez más cerca de convertirse en una realidad científica.


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