El dolor articular, la rigidez y la inflamación suelen marcar el inicio de la artritis reumatoide, pero un estudio internacional reveló que la enfermedad empieza a gestarse en silencio años antes de manifestarse.
En una investigación publicada en Science Translational Medicine, científicos rastrearon durante siete años a un grupo de personas aparentemente sanas, pero portadoras de anticuerpos anticitrulinados (ACPA), biomarcadores que elevan el riesgo de desarrollar artritis reumatoide.
Lo sorprendente fue descubrir que, incluso sin dolor, ya existía un cóctel inflamatorio en la sangre y en las células inmunes, una señal de que la enfermedad estaba en marcha.
Señales biológicas que anticipan la artritis reumatoide
Los investigadores encontraron que, mucho antes de que aparezcan los síntomas clásicos de la artritis reumatoide, ya se producen alteraciones como:
- Células B que dejan de proteger y comienzan a favorecer la inflamación.
- Células T auxiliares hiperactivas, capaces de atacar tejidos sanos.
- Células T ingenuas con cambios en la regulación genética.
- Inflamación sistémica en sangre, similar a la que se observa en pacientes ya diagnosticados.
Estas pistas podrían convertirse en herramientas clave para un diagnóstico temprano de artritis reumatoide, cambiando el curso de la enfermedad.
El impacto del diagnóstico temprano
Hoy en día, millones de personas descubren su condición cuando ya tienen dolor crónico e inflamación articular en manos, rodillas o muñecas. Pero este estudio abre la posibilidad de actuar antes de que la artritis destruya las articulaciones.
El investigador Mark Gillespie, del Instituto Allen en Seattle, destacó que este hallazgo permite pensar en estrategias de prevención personalizadas. Si se detecta el riesgo a tiempo, los médicos podrían intervenir con cambios en el estilo de vida o incluso con terapias preventivas.
Un futuro sin dolor crónico
El Dr. Kevin Deane, reumatólogo de la Universidad de Colorado, señaló que estos biomarcadores no solo ayudarán a identificar a los pacientes con más riesgo, sino también a diseñar tratamientos más eficaces.
La esperanza es que, en un futuro cercano, la prevención de la artritis reumatoide sea tan común como lo es hoy la detección temprana de otras enfermedades crónicas.
Una nueva esperanza contra la artritis
La artritis reumatoide ha sido históricamente una enfermedad que se diagnostica tarde, cuando el daño ya es irreversible. Este descubrimiento marca un antes y un después: detectar la enfermedad antes de que los pacientes sientan dolor podría significar años de vida sin discapacidad ni sufrimiento.


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