La grasa abdominal es más que un problema estético: representa un riesgo serio para la salud. Existen dos tipos principales:
- Grasa subcutánea, ubicada bajo la piel, generalmente inofensiva.
- Grasa visceral, profunda, rodea órganos vitales como el hígado y el corazón y no se elimina con liposucción.
Según Harvard Health Publishing y Mayo Clinic, la grasa visceral libera sustancias inflamatorias que alteran el equilibrio hormonal, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, cáncer, demencia, apnea del sueño y hígado graso. Cada cinco centímetros adicionales de cintura aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular en un 10%.
Cómo medir la grasa abdominal
Para monitorear la grasa abdominal, se pueden usar métodos simples en casa:
- Circunferencia de cintura: en hombres, más de 102 cm indica riesgo; en mujeres, más de 88 cm.
- Relación cintura-cadera: un indicador adicional del exceso de grasa visceral.
Es importante medir siempre a la altura del ombligo, sin comprimir el abdomen, y controlar los cambios a lo largo del tiempo.
Factores que favorecen la acumulación de grasa abdominal
La acumulación de grasa en el abdomen depende de múltiples factores:
- Exceso de calorías y alimentos ultraprocesados.
- Sedentarismo y falta de ejercicio.
- Edad: con el envejecimiento, se pierde masa muscular y disminuye el metabolismo.
- Genética y sexo: tras la menopausia, las mujeres acumulan más grasa abdominal.
- Consumo de alcohol: se recomienda limitar a dos copas diarias.
Estrategias efectivas para reducir la grasa abdominal
No existen soluciones milagrosas; la reducción de grasa abdominal requiere cambios sostenidos:
- Alimentación saludable:
- Dieta rica en vegetales, proteínas magras y grasas saludables.
- Evitar carnes procesadas, azúcares simples y grasas saturadas.
- Control de porciones y preferir agua o infusiones sin azúcar.
- Dieta rica en vegetales, proteínas magras y grasas saludables.
- Ejercicio y entrenamiento físico:
- Combinar entrenamiento de fuerza y aeróbico para quemar más calorías.
- HIIT (entrenamiento de intervalos de alta intensidad) potencia la pérdida de grasa.
- Mantenerse activo durante el día para evitar acumulación.
- Combinar entrenamiento de fuerza y aeróbico para quemar más calorías.
- Otros hábitos saludables:
- Suficiente proteína y fibra para mantener masa muscular y saciedad.
- Hidratación adecuada para mejorar metabolismo.
- Descanso y control del estrés; dormir cerca de ocho horas regula el peso y la cintura.
- Suficiente proteína y fibra para mantener masa muscular y saciedad.
Adoptar estos hábitos de forma constante protege la salud, reduce la grasa visceral y mejora la composición corporal a largo plazo.


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