La ministra de Medio Ambiente de Francia lo dijo con fuerza en la reciente Conferencia de Naciones Unidas sobre los Océanos: “Montañas de plástico están asfixiando nuestro ecosistema”. Su voz se unió a la de más de mil científicos que exigen un tratado global ambicioso para frenar la crisis por contaminación de plásticos. Pero los salones de negociación cuentan otra historia.
En Busan, Corea del Sur, 177 delegaciones se reunieron para avanzar en el acuerdo internacional impulsado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Sin embargo, los desacuerdos estructurales y la presión de los petroestados y grandes industrias han puesto en pausa los avances que muchos esperaban consolidar en 2024.
¿Por qué fracasa el consenso internacional sobre el plástico?
Mientras el mundo produce más de 400 millones de toneladas de plástico al año, solo el 9% es reciclado. La mayoría sigue derivando del petróleo, y su rastro tóxico ha llegado a los océanos, la leche materna y hasta el cerebro humano.
Pese a la urgencia, el debate en la ONU está empantanado por dos posturas enfrentadas:
- Un bloque amplio de países, organizaciones ambientales y científicos pide limitar la producción de plástico en su origen, lo que se conoce como un enfoque “aguas arriba”.
- En oposición, petroestados como Arabia Saudita y corporaciones del sector impulsan un enfoque “aguas abajo”, centrado en el reciclaje y la gestión del residuo, evitando tocar la fuente del problema.
Lobby industrial y acoso a científicos
La profesora Bethanie Carney Almroth, ecotoxicóloga sueca, ha denunciado acoso, intimidación y ataques por defender públicamente la necesidad de reducir la producción. Y no es un caso aislado. La Coalición de Científicos para un Tratado Eficaz sobre Plásticos (SCEP) alertó que su evidencia científica ha sido silenciada o ignorada en los informes oficiales.
En Busan, 220 lobbistas de la industria petroquímica participaron en las reuniones, superando a la delegación anfitriona y triplicando el número de científicos independientes. “Es como revivir la estrategia del tabaco: negar la ciencia, desacreditar al mensajero”, afirmó Almroth.
El impacto de los plásticos en cifras
- Producción global en 2023: 415 millones de toneladas
- Proyección para 2040: hasta 712 millones de toneladas anuales
- Tasa global de reciclaje: apenas 9%
- Contaminación marina en 2023: +11 millones de toneladas
- Plásticos de un solo uso: 2/3 de los productos fabricados
Estas cifras revelan un patrón insostenible. Incluso países con capacidad de reciclaje como Estados Unidos y Europa no logran reducir el volumen de basura plástica.
Ginebra 2025: ¿Última oportunidad?
El próximo capítulo de estas negociaciones tendrá lugar en Ginebra, Suiza, en agosto de 2025. Allí, los países deberán decidir si siguen postergando medidas o si finalmente se comprometen con un tratado jurídicamente vinculante que limite la producción, financie la transición en países en desarrollo y garantice justicia ambiental.Mientras tanto, la contaminación avanza a ritmo récord y los microplásticos se filtran en cada rincón del planeta. Para muchos científicos, este momento se parece demasiado a las décadas perdidas ante el tabaco o el cambio climático.


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