miércoles, diciembre 31, 2025

Por qué algunas personas olvidan su lengua materna tras años en el extranjero


La lengua materna es mucho más que un medio de comunicación: es parte de la identidad, la cultura y el sentido de pertenencia de una persona. Sin embargo, muchas personas que pasan años viviendo en el extranjero experimentan un fenómeno desconcertante: el olvido parcial o total de su idioma de origen. Este proceso, conocido en lingüística como “pérdida del lenguaje” o “atrition lingüístico”, ha sido estudiado desde diferentes enfoques y revela factores tanto neurológicos como sociales y emocionales.

¿Qué es el atrition lingüístico?

El atrition lingüístico se refiere al proceso por el cual una persona empieza a olvidar su lengua materna debido a la falta de uso constante y a la influencia de un segundo idioma dominante. A diferencia de no haber aprendido bien un idioma en la infancia, aquí hablamos de un olvido progresivo, en el que las estructuras gramaticales, el vocabulario y hasta la pronunciación se ven afectados.

No significa necesariamente que la lengua desaparezca por completo, pero sí puede manifestarse en pausas constantes, errores gramaticales y sustitución de palabras por el idioma adquirido en el extranjero.

El papel del cerebro en el olvido del idioma

Desde el punto de vista neurológico, el cerebro funciona bajo la premisa de “úsalo o piérdelo”. Cuando una persona deja de practicar su lengua materna y utiliza diariamente otro idioma, las conexiones neuronales asociadas al primero se debilitan.

Estudios en neurociencia han demostrado que la plasticidad cerebral permite reforzar aquellas redes más activas —en este caso, las del nuevo idioma— mientras que las inactivas pierden eficiencia. Esto explica por qué, después de años de hablar casi exclusivamente un idioma extranjero, a muchas personas les cuesta articular frases fluidas en su lengua de origen.

Factores sociales y culturales

Más allá del cerebro, los factores sociales juegan un rol clave en este fenómeno. Quienes migran suelen integrarse a entornos donde el idioma dominante es necesario para trabajar, estudiar o relacionarse. Poco a poco, el idioma natal queda relegado a contextos limitados, como llamadas familiares o recuerdos de infancia.

En casos extremos, la presión por integrarse a la nueva cultura puede llevar a minimizar el uso de la lengua materna, especialmente en segundas generaciones que crecen escuchando más el idioma extranjero que el de sus padres.

La influencia emocional en la pérdida del idioma

El idioma también está ligado a la emoción y la memoria afectiva. Algunas personas que han migrado bajo situaciones difíciles —como guerras o crisis económicas— tienden a asociar su lengua materna con experiencias dolorosas. En estos casos, el olvido puede ser, en parte, un mecanismo inconsciente de protección psicológica.

Por el contrario, quienes mantienen lazos emocionales fuertes con su comunidad de origen suelen conservar más fácilmente su fluidez, incluso tras muchos años de residencia en el extranjero.

Diferencias entre olvidar al hablar y al comprender

Un punto interesante es que la pérdida del idioma no ocurre de la misma manera al hablar que al comprender. Muchas personas reportan que pueden entender perfectamente lo que escuchan en su lengua materna, pero tienen dificultades para responder con la misma fluidez.

Esto ocurre porque la comprensión pasiva requiere menos esfuerzo cognitivo que la producción activa del idioma, que implica buscar palabras, estructurar frases y pronunciarlas correctamente.

¿Se puede recuperar la lengua materna olvidada?

La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, el olvido no es permanente. La exposición constante, la práctica deliberada y el contacto con hablantes nativos permiten reactivar las conexiones neuronales.

Algunas estrategias efectivas incluyen:

  • Conversar regularmente con familiares o amigos en la lengua materna.
  • Leer libros, ver películas y escuchar música en ese idioma.
  • Escribir diarios o textos para practicar la producción activa.
  • Participar en comunidades culturales del país de origen.

La recuperación suele ser más rápida que el aprendizaje de un idioma desde cero, pues las bases cognitivas y emocionales ya existen.

Olvidar la lengua materna tras años en el extranjero no es un signo de debilidad cultural, sino un fenómeno natural resultado de la adaptación cerebral, social y emocional al nuevo entorno. Aunque el atrition lingüístico puede generar sentimientos de desconexión con las raíces, también recuerda la plasticidad del cerebro humano y su capacidad de adaptación. Con práctica y motivación, es posible recuperar el idioma de origen y mantener vivo ese vínculo con la identidad y la historia personal.


Ian Cabrera
Ian Cabrera
Ian Israel Cabrera Navarro es un talentoso creador de contenido digital y profesional de la comunicación. Con 24 años y más de cuatro de experiencia, se especializa en locución, redacción de guiones para materiales audiovisuales y edición de video de alto nivel. Su enfoque claro, preciso y su compromiso con la calidad se reflejan en cada proyecto, posicionándolo como un creador que entiende y satisface las necesidades de su audiencia. Con un excelente dominio del inglés, habilidades sociales destacadas, facilidad para la oratoria y destreza en herramientas digitales, Ian es un activo invaluable para La Verdad Noticias, siempre en constante evolución y con la ambición de seguir creciendo en el ámbito de los medios digitales.
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