Un evento histórico en el Palacio de Bellas Artes

La Sala Principal del Palacio de Bellas Artes fue escenario este sábado del Primer Encuentro Nacional de Escritoras Negras-Afromexicanas, un evento que reunió a diez poetas provenientes de distintos estados del país. Con sus versos, estas creadoras alzaron la voz para celebrar la identidad afromexicana, denunciar las injusticias históricas y reivindicar el papel de la poesía como herramienta de resistencia cultural.

El encuentro, organizado por la Secretaría de Cultura federal a través de la Coordinación Nacional de Literatura, marcó un hito en la visibilización de las escritoras afrodescendientes y sus relatos de lucha, orgullo y memoria colectiva.

Voces que resuenan con fuerza

La jornada inició con los versos de Patricia Guadalupe Ramírez Bazán, originaria de la Costa Chica de Guerrero, quien abrió con una poderosa declaración: “México también es negro. Esclavizada no fui, sigo de pie luchando por los derechos”. Sus palabras, cargadas de historia y dignidad, fueron recibidas con emoción por un público que acompañó cada intervención con entusiasmo.

A ella se sumaron Jamel Ydzu Martínez Fonseca (Baja California), Ana de las Flores (Estado de México) y Malva Marina Carrera Vega (Michoacán), quienes combinaron poesía y música para denunciar el despojo cultural, los genocidios sufridos por comunidades afrodescendientes y, al mismo tiempo, destacar la persistencia de sus tradiciones.

Poesía como resistencia cultural

El escenario también fue tomado por Aleida Violeta Vázquez Cisneros (Guerrero), Montserrat Aguilar Ayala (Michoacán), Juliana Acevedo Ávila (Oaxaca), Raquel González Mariche (Oaxaca), Asucena López Ventura (Guerrero) y Elizabeth Avendaño Sayagua (Ciudad de México).
Cada una, con un estilo único, transformó sus versos en himnos de resistencia y orgullo afromexicano.

La poesía se convirtió en un puente entre generaciones y territorios, donde la memoria oral y escrita se enlazó para dar voz a historias silenciadas. Los temas recurrentes fueron la identidad, el racismo, la invisibilización histórica y la lucha por el reconocimiento pleno de los pueblos afromexicanos en la narrativa nacional.

Una celebración de la memoria y la identidad

Más allá del aspecto artístico, este encuentro literario tuvo un fuerte componente social y político. Los poemas e intervenciones pusieron sobre la mesa la necesidad de reconocer la herencia africana en México, que ha sido históricamente relegada en los discursos oficiales y educativos.

La literatura, en este caso, se presentó como un espacio de reivindicación que conecta el pasado de esclavitud y resistencia con un presente que exige justicia y derechos culturales. El público, compuesto por académicos, estudiantes, artistas y familias, respondió con aplausos y ovaciones que confirmaron la importancia de estos testimonios.

La riqueza cultural afrodescendiente en México

Las intervenciones en Bellas Artes recordaron que la población afromexicana ha aportado una enorme riqueza cultural al país, desde la música y la danza hasta la cocina y la literatura.
El Primer Encuentro Nacional de Escritoras Negras-Afromexicanas visibilizó que la poesía no solo es arte, sino también una herramienta de memoria, sanación y resistencia colectiva.

Este tipo de actividades permiten a nuevas generaciones acercarse a relatos que han permanecido en la periferia, y contribuyen a derribar estigmas y prejuicios que aún persisten en la sociedad mexicana.

Bellas Artes como escenario de inclusión

El hecho de que este evento se realizara en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, un espacio simbólico de la cultura nacional, tuvo un valor especial. Significó no solo un reconocimiento institucional, sino también un acto de reparación simbólica, al abrir un escenario de gran relevancia para voces que durante siglos fueron marginadas.

La Secretaría de Cultura destacó que este encuentro busca ser el inicio de un proyecto más amplio, donde se continúe impulsando la obra de escritoras afrodescendientes en todo el país y se promueva su presencia en festivales, ferias de libro y programas educativos.

El Primer Encuentro Nacional de Escritoras Negras-Afromexicanas en Bellas Artes no fue solo un festival de poesía, sino una afirmación colectiva de identidad, orgullo y resistencia cultural. Las escritoras participantes mostraron que la palabra poética tiene la fuerza de reconstruir memorias, sanar heridas y abrir caminos hacia una sociedad más justa e incluyente.

Este evento marcó un precedente: la poesía afromexicana ya no puede quedar al margen, porque forma parte esencial de la historia, la diversidad y la riqueza cultural de México.